Un estudio indica que las mujeres españolas se encuentran entre las europeas que más retrasan la maternidad y entre las que más optan por la congelación de óvulos para ser madres, según ha informado el Centro Médico de Reproducción Asistida CREA en un comunicado.
La edad media actual en la que la mujer española tiene su primer embarazo supera los 30 años, lo que se sitúa en una de las edades más elevadas del mundo. En este sentido, la codirectora de CREA, la doctora Carmen Calatayud, ha destacado que a esa edad es «cuando empieza a decaer la fertilidad».
Por ello, desde el centro han señalado que «la congelación de óvulos se ha convertido en la técnica más eficaz y recurrente por parte de aquellas mujeres que desean postergar su embarazo por motivos laborales». Una cifra que, según datos de CREA, se ha duplicado en el último año.
El perfil más habitual que acude a esta técnica es el de una mujer que, entorno a los 34 años, se encuentra todavía en edad fértil pero, al mismo tiempo, tiene una mayor exigencia en su vida laboral. España es uno de los países europeos que, «dada lo avanzada de su legislación y la alta cualificación de las técnicas de reproducción asistida», se sitúa en cabeza en cuanto a congelación de óvulos por parte de las mujeres que desean postergar su embarazo en favor de su vida laboral.
La reducción de fertilidad de las mujeres
Así, la doctora Calatayud ha recomendado que la congelación de óvulos se realice antes de los 35 años si bien «no es algo estricto, ya que depende de la reserva ovárica de cada caso, pero es muy importante tener en cuenta que la fertilidad de la mujer se reduce con el paso del tiempo, sus óvulos envejecen y hay más dificultades tanto para que se consiga el embarazo como para que el niño nazca sano, ya que la edad altera el proceso de maduración de los óvulos y pueden producirse fallos reproductivos».
En este sentido, según publicó recientemente la revista científica ‘Perspectivas Demográficas’, una de cada cuatro mujeres nacidas a mediados de los años 70 no tendrá hijos, lo que ha determinado esta generación como «la más infecunda de todas las generaciones nacidas en España en los últimos 130 años».
Las dos causas principales se deben, según los autores del artículo -los profesores e investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, Albert Esteve, Daniel Devolder y Andreu Domingo -a que las mujeres consideran que son demasiado jóvenes y no se lo plantean, y a que no reúnen las condiciones familiares y profesionales óptimas por lo que se pospone el embarazo, lo que conduce a una baja fertilidad o infertilidad sobrevenida con la edad.