Las reglas ortográficas del valenciano

 

La lengua valenciana es una evolución del romance hispánico, derivado del bajo latín, como los otros idiomas románicos de España. Las características que definen el valenciano se pueden comprobar en toda su particular fisonomía, lo suficientemente diferenciada para considerar que el valenciano cumple las características fonéticas, morfosintácticas, léxicas y de flexión verbal para ser por se un idioma propio.

Las Normas de El Puig, que son las aplicadas al valenciano, fueron oficiales en el Reino de Valencia durante el gobierno de Enric Monzonís, presidente del Consejo Preautonómico del País Valenciano, entre 1979 y 1982. Durante estos tres años la normativa del auténtico idioma valenciano fué oficial en la Generalitat Valenciana, además de en las Diputaciones de Castellón, Valencia y Alicante, así como en numerosos Ayuntamientos del Reino de Valencia.

Aunque en su primera etapa (1979-1981) llevaba acentos, con un sistema diferente al de las Normas de Castellón, en una segunda etapa (1981-2003) fueron eliminados (a excepción de los diacríticos). Es esta versión la que gozaría de más popularidad, ya que a finales de la década de 1990 un diario valenciano distribuyó cerca de 30.000 ejemplares del Diccionario de la Real Academia de Cultura Valenciana editados por el Ayuntamiento de Valencia. Durante el periodo 1981-2003, de los 3.618 registros en el ISBN como «en valenciano», 563 lo fueron en las Normas del Puig.

En julio de 2003 se reintroducen finalmente los acentos gráficos en su ortografía, acercándola a la propaganda por la Academia Valenciana de la Lengua, lo que provoca duras críticas por parte de ciertos sectores del valencianismo.

La Plataforma Normas del Puig (PNP) es una entidad cultural fundada a mitad de los años 90 que está formada por más de sesenta asociaciones valencianas y valencianistas de todo tipo. El fin de la PNP son la defensa y difusión de las Normas del Puig y de la Real Academia de Cultura Valenciana.

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