Las Unidades de Conductas Adictivas (UCA) de la Comunitat Valenciana están comenzando a tratar ya los primeros casos para deshabituarse al cigarrillo electrónico, principalmente jóvenes y exfumadores que se han reenganchado, ya que, al contener nicotina son igual de adictivos que el tabaco tradicional.
Así, lo ha señalado este jueves el coordinador de la XV Semana Sin Humo en la Comunitat y del grupo de tabaquismo en la SVMFYC, Joan Antoni Ribera, en rueda de prensa para presentar la XV semana sin humo, que lleva el lema ‘Cada vez que lo dejas, ¡Triunfas!’. El tabaquismo es una enfermedad crónica y adictivas que «asesina» a 500 valencianos al mes.
Al respecto, ha advertido de los peligros de los cigarrillos electrónicos ya que además de las nicotinas contienen sustancias que se desconocen y que no han pasado por ningún control médico ni ensayos clínicos con lo que se saben los efectos que pueden tener a medio y largo plazo.
De momento, en Galicia ya se ha diagnosticado la primera neumonía lipoidea por cigarrillo electrónico. «Parece mentira que a estas alturas del siglo XXI se meta en los pulmones algo que no sabe qué es», ha reprochado.
Ribera ha rebatido que el cigarrillo electrónico sirva para deshabituarse del tabaco tradicional. De hecho, casi la mitad de los que los usan, el 45,4%, lo hacen de forma dual con los cigarrillos tradicionales, no para dejar de fumar, con lo que «termina consumiendo sustancias nocivas por partida doble».
Además, se convierte en «una puerta de entrada» al consumo de tabaco entre los exfumadores y los jóvenes que se sienten atraídos por sustancias adicionales que llevan como los aromas y distintos sabores.
Asimismo, se ha comprobado vuelve a normalizar el tabaquismo ya que la mayoría vuelve al consumo de cigarrillo tradicional ya que «no ven calmadas su adicción».
Prueba de ello, son las numerosas tiendas de cigarrillos electrónicos que han cerrado y que las tabacaleras estén «comprando patentes de cigarrillos electrónicos que les sirvan de puerta de entrada para nuevos consumidores».
Ante estos datos solicitan al Ministerio que equipare la legislación entre tabaco convencional y este nuevo hábito.
Es más, ha afirmado que «la solución para dejar de fumar no está ni en los hospitales ni en los centros de salud sino en el Congreso de los Diputados» porque se ha demostrado que por cada 10% que se incrementa el precio de la cajetilla un 3,7% de los adultos y un 9,9% de los jóvenes deja de fumar.
Según la encuesta realizada por la semFYC, 989 ciudadanos en la Comunitat, el 36% de los fumadores desconoce que el cigarrillo electrónico es perjudicial para la salud, frente al 29% en el caso de los ex fumadores y al 28% en los no fumadores.
El 87% de los encuestado está a favor de que haya una legislación para su control y un 90% está de acuerdo en prohibir su consumo en los espacios públicos cerrados, incluidos bares y restaurantes, al desconocerse los efectos que tienen sobre las personas, y una mayoría también apuesta porque se limite su publicidad.
CONSUMO EN LA COMUNITAT
De este modo, ha destacado que tras la nueva ley antitabaco, al aumentar los lugares en los que está prohibido fumar, en los últimos tres años ha habido un descenso de 6 puntos en el número de fumadores, hasta los 24,8% en la Comunitat Valenciana.
Los grupos de edad donde se centran el consumo son en la franja de edad de los 16 a 24 años con un 36,8% y entre los 25-44 años el consumo es de 39,2%. El 72,9% de los fumadores valencianos se inició antes de los 16 años frente al 4,8% que comenzó después de los 18 años. De hecho, ha señalado que «es muy raro» que una persona se haga fumadora después de los 18 años.
El problema es que los primeros contactos con el tabaco se realizan a los 12 y 13 años, por lo que ya recomiendan a los pediatras que en las revisiones de esa edad pregunten sobre el tabaco.
Por sexos fuman más antes de los 16 años los hombres que la mujeres con un 54,9% y un 50,4% respectivamente, aunque se van acortando ese porcentaje por la cada vez mayor incorporación de la mujer a este consumo.
Foto: smoffy.es