Dolor de espalda, puede ser fisura, hernia o protusión

¿Qué le pasa a mi espalda?, ¿fisura, hernia discal o protusión?

¿Qué le pasa a mi espalda?, ¿fisura, hernia discal o protusión?, muchas veces lo desconocemos.

La columna está compuesta por 33 vértebras: siete cervicales, doce torácicas, cinco lumbares, cinco sacras (habitualmente soldadas) y el coxis.

Entre cada vértebra existe una almohadilla elástica llamado disco intervertebral. Estos discos constan de una cubierta exterior resistente y fibrosa (anillo fibroso), y un centro gelatinoso (núcleo pulposo). Su función es amortiguar y repartir las cargas.

A medida que nuestro cuerpo envejece, el disco se vuelve menos flexible y por tanto más propenso a sufrir lesiones. Estas lesiones discales se clasifican en tres grupos:p

Este disco sometido a tensiones repetidas a lo largo del tiempo puede sufrir una degeneración de las fibras (anillo fibroso) que rodean el núcleo pulposo, permitiendo una deshidratación o desecación de las estructuras, pudiendo así generar pequeños desgarros denominados fisuras discales.

En la protusión discal existe deformación del disco intervertebral pero el núcleo pulposo no se ha filtrado a través del anillo fibroso. En cambio, en la hernia discal, existe una rotura del anillo fibroso y un escape del núcleo hacia la parte exterior que provoca una mayor deformación.

Causas

Traumatismos, caídas, o accidentes.

Posturas o movimientos inadecuados y/o repetitivos que provocan microtraumatismos sobre el disco.

Repetidos movimientos de flexión-extensión del tronco con cargas.

Movimientos repetidos de rotación, ya que provocan un cizallamiento del disco.

Lesiones viscerales que producen una desviación estructural de la columna vertebral.

Perdida de las líneas del cuerpo, que producen un acomodamiento por compensación de toda la columna vertebral.

Exceso de peso corporal, produciendo mayor presión en el disco.

Debilidad de la musculatura lumbar y abdominal. .

Degeneración, deshidratación o envejecimiento articular.

Síntomas

A veces, los discos herniados aparecen en las imágenes de diagnóstico en personas que no tienen síntomas.

Cuando existe una hernia discal y una parte del disco que se ha salido empuja fuera de sus límites normales, este puede “pellizcar” o generar presión sobre los nervios espinales o la médula espinal. Esta lesión se llama radiculopatía. La presión puede dar lugar a dolor de espalda, entumecimiento o adormecimiento, o debilidad muscular.

El tipo y la localización de los síntomas dependen de la ubicación y la presión sobre los nervios:

Si tiene una hernia discal en la columna cervical, es posible que tenga dolor, hormigueo, entumecimiento, debilidad, o cualquier combinación de estos síntomas en el brazo, en el hombro o en el cuello.

Si tiene una hernia discal en la columna lumbar, es posible que tenga dolor, hormigueo, entumecimiento, debilidad, o cualquier combinación de estos síntomas en la espalda, los glúteos o las piernas, y lo más probable, sus síntomas se presentarán en un sólo lado de su cuerpo.

Los síntomas de la hernia discal se ven agravados por ciertas actividades o posiciones.

Columna lumbar:

El dolor empeora al sentarse, agacharse o cargar peso.

El dolor puede empeorar a primera hora de la mañana y/o después de permanecer en una determinada posición durante un tiempo prolongado.

Columna cervical:

El dolor suele empeorar al permanecer sentado durante mucho tiempo y cuando se está acostado.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

En la mayoría de los casos de hernia discal, el examen físico y la historia clínica son suficientes para realizar un diagnóstico. También se pueden realizar:

Radiografía. La radiografía simple no detecta las hernias de disco pero nos sirve para descartar otras causas de dolor en la espalda como fisuras o fracturas óseas o problemas de desviaciones de espalda.

Tomografía axial computarizada (TAC).

La resonancia magnética nuclear (RMN). Esta prueba se utiliza para determinar la localización exacta de la hernia discal y para saber si existen nervios afectados.

Mielograma. Esta prueba consiste en la inyección de un contraste en el canal espinal y una posterior toma de radiografías o TAC. Esta prueba puede mostrar presiones en la médula espinal o nervios debido a diversas hernias discales u otros problemas.

Elelectromiografía. Se utilizan para medir la conducción eléctrica a través del nervio.

PAPEL DE LA FISIOTERAPIA

El objetivo principal de la fisioterapia es ayudar a continuar realizando sus actividades diarias.

Para ello utilizará, entre muchas otras, las siguientes técnicas:

Ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del tronco (abdominales y espalda). Puede ayudar a eliminar estrés en la columna vertebral, además de prepararle para las situaciones de la vida diaria o laboral.

La terapia manual y la masoterapia mejoran la movilidad de las articulaciones y el estado de la musculatura.

La higiene postural le mostrará cómo realizar pequeños cambios en la forma de sentarse, agacharse, coger pesos, incluso en qué posición dormir para ayudar a aliviar su dolor.

Tratamientos para el dolor: termoterapia y/o crioterapia, la estimulación eléctrica o en vendaje neuromuscular.

Ejercicio aeróbico. Ha demostrado ser útil para aliviar el dolor, conseguir un peso corporal saludable y mejorar la fuerza y la movilidad articular general. Todos estos factores son importantes en el tratamiento de una hernia discal.

Texto por Rocío Mora Moreno

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