“Lo que me gusta es crear, y no hay nada más creativo que la cocina”

 

En junio de 2007 Ernesto de Sostoa abrió las puertas de su estudio de alta costura, con una gran acogida por parte del público valenciano. Lo que mucha gente desconocía en su momento era que a la vez que lanzaba su firma de moda, también presentaba una empresa de catering bajo el nombre de ‘Deliciosamente Sostoa. “Fueron dos proyectos que nacieron de la mano, aunque la gente me conoce más por mi faceta de diseñador”.

Todo un apasionado de la moda, Ernesto se vuelca en darle ese toque particular a los eventos que organiza para el catering, ya que en sus manos está la parte más comercial relacionada con la imagen, pasando de la alta costura a la alta cocina sin perder la esencia característica de su firma:

Nuestro sello de identidad es el detalle, el cuidar al máximo la presentación. También buscamos hacer cosas que la gente no se espera y causar impacto, tanto con la puesta en escena como con los platos que presentamos, dándoles ese toque llamativo que cause sensación”.

Para Ernesto, el mundo de la cocina y el diseño van unidos de la mano, y aunque parezcan diferentes están más cerca entre sí de lo que la gente cree. “Son dos mundo muy parecidos, sobre todo porque son muy artísticos. A mí lo que me gusta es crear, no hay nada más creativo que la cocina y como en la moda, puedes dejar volar la imaginación para dar forma a grandes obras”.

La esencia valenciana es propia de los diseños de Sostoa, y dado que el público al que van dirigidos sus servicios de catering son principalmente valencianos, el toque fallero no puede faltar: “nos gusta que en el servicio de catering mantenga la esencia de aquí”. Y el toque del diseñador tampoco falta: “me gusta incluir elementos de la moda en los catering, decorar los espacios con maniquís, telas de diferentes texturas… y fusionar un poco la moda con la gastronomía”.

 

No hay dos platos iguales

“A la hora de ponerme a cocinar, me pasa lo mismo que cuando voy al estudio a diseñar un vestido. Dejo la mente en blanco, y conforme lo que tengo delante y me inspira, voy creando” confiesa Ernesto. Para él nunca hay dos platos iguales, y bromea “me matan cuando me llaman y me piden una receta, ¡porque nunca sé repetirla!”.

Una cocina diferente, artística y muy cuidada: así son los “pequeños bocados de placer” de un joven diseñador valenciano que consigue trasladar la esencia de la alta costura a la cocina en un nuevo concepto de ‘haute cuisine’. 

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