Los Moros y Cristianos usurpan las calles de Valencia

 

La organización comenzó a congregar a los participantes en la plaza Tetuán sobre las cuatro de la tarde. En la zona se podían ver moros y cristianos riendo y tomando café así como toda clase de animales: caballos, ovejas e incluso halcones, que luego serían exhibidos durante la cabalgata. Pese a estar un poco nublado el calor apretaba y, tanto moros como cristianos comentaban que bajo sus vestimentas “estic bullint” y no es para menos, ya que todas las comparsas lucían para la ocasión sus mejores galas.

“El traje puede pesar alrededor de unos 5 kilos, sin casco…una vez me pongo el caso y la espada puede que lleve encima unos 7 ó 8 kilos” comenta José, componente del bando cristiano.

Sobre las cinco de la tarde dio comienzo el desfile y las carrozas y comparsas comenzaron a formar bajo las directrices de la Federació Valenciana de Moros i Cristians, que en todo momento fueron controlando el tiempo y el orden durante todo el recorrido. A la cabeza de la cabalgata se situó la Policía Local a Caballo, engalanada con su traje de gala, seguidos de los abanderados y una banda de cornetas y percusión procedente de Sagunto. La comitiva principal también estaba compuesta por una gran tela de araña, donde el ballet Master de Onteniente fue poniendo una nota de espectáculo al desfile gracias a una pareja de contorsionistas.

Tras la Policía Local y la comitiva de abanderados también pudimos ver a los ‘Amigos del Caballo’ que fueron realizando exhibiciones de doma y trucos a lomos de los corceles, cosa que dejo sin habla a los más pequeños que exclamaban a sus padres “¡mira va de pie encima del caballo!” con la boca abierta. Tras ello ya comenzaron a desfilar las 41 comparsas que componían ambos bandos. El Bando Cristiano este año estaba capitaneado por Ángel Serrano Nohales que presidía una comitiva, la Capitania Cristiana, donde pudimos observar desde lanceros hasta grupos de baile. Por parte del Bando Moro, Miguel Vicente Peris era el capitán de esta escuadra. En su comitiva también pudimos ver exhibiciones y una llamativa carroza que también despertó el interés del público del desfile. 

El desfile transcurrió sin ningún percance, y no es para menos ya que la Federació Valenciana de Moros i Cristians montó un gran dispositivo durante todo el recorrido. La gente pudo disfrutar de una divertida jornada festiva rememorando las batallas entre moros y cristianos y la leyenda de Jaume I, que muchos pequeños no paraban de repetir a sus padres (fruto de que durante estos días en el colegio han estado trabajando el tema). Por un momento Valencia retrocedió al pasado y por sus calles desfilaron los moros y los cristianos, el origen de nuestra ciudad. Un año más, y ya van diez, una fiesta muy divertida y seguida por los valencianos que se suman al lema de la Federació Valenciana de Moros i Cristians: fem festa al cap i casal!. 

Ir arriba