En la óptica Císcar, en Valencia, tienen un gabinete que lleva 15 años trabajando para mejorar la visión infantil. En él Amparo Martínez, propietaria y optometrista de la óptica, se dedica junto a su equipo al entrenamiento visual, donde a través de terapias desarrollan, mejoran e intensifican las capacidades visuales de los más pequeños de casa.
“Prácticamente desde que el niño nace hay que estar atentos a los posibles problemas de visión. Todos los niños nacen hipermétropes, así que este no sería un problema a resolver si no es porque la hipermetropía sea demasiado elevada o porque haya un ojo mucho más afectado que el otro” comenta la optometrista.
Los niños no son conscientes de que su visión no sea correcta, porque siempre han visto así y no han tenido la oportunidad de comparar. Por ese motivo, como señala Amparo Martínez, “hay que vigilarles porque ellos mismos buscan estrategias para suplir ese problema visual, girando la cabeza, tapándose el ojo que tiene visión borrosa, guiñando los ojos, acercándose mucho a lo que quieren ver, etc.”
Para detectar a tiempo un problema visual, es fundamental la colaboración entre docentes, familia y optometrista, al igual que con los demás profesionales, como logopedas y psicólogos, porque de esta forma existirá una mayor eficacia en atajar cualquier dificultad.
“Si no detectamos a tiempo un problema visual, a la larga puede influir en el proceso de aprendizaje del niño” comenta la optometrista Amparo Martínez. Según el Instituto Español de Ciencias de la Visión, hasta el 30% del fracaso escolar tiene su origen en problemas visuales. Este es un dato a tener en cuenta dado el alto porcentaje de fracaso escolar en nuestro país.
¿Cómo podéis saber si el peque tiene algún problema?
Estos son algunos de los síntomas que desde óptica Císcar aconsejan tener en cuenta tanto a las familias como a los docentes para identificar si un niño puede tener un problema visual:
- No distingue objetos de lejos
- Se acerca al texto para leer o escribir
- Parpadea en exceso
- Cierra un ojo o se lo tapa
- Se frota los ojos a menudo
- Dolores de cabeza
- Invierte letras o palabras
- Mala coordinación general
- Acompaña la lectura con el dedo
- Se salta, omite o relee palabras o renglones
- Es lento en la lectura y tiene baja comprensión lectora
- Responde mejor oralmente que por escrito
- Poca capacidad de atención
Hay que tener en cuenta que no todos los optometristas están especializados en Terapia Visual. Estos profesionales son los encargados de detectar estos problemas mediante un estudio optométrico completo, en él se aseguran que todo el proceso visual es completo, desde la entrada de información a través de los ojos, el procesamiento y su correcta interpretación. Esta es la única forma de ver y entender lo que estamos viendo y en el caso de los niños, Aprender.
Como comenta la optometrista, “no existen los ojos estándar, cada caso se estudia y hay que aconsejar lo mejor para el correcto desarrollo visual del niño”, por ese motivo en el gabinete de óptica Císcar hacen un estudio detallado de las habilidades Visuales de los más pequeños ya que la Visión es el resultado de la capacidad y habilidad de interpretar y entender la información que llega a través de los ojos y demás sentidos. Se puede tener una agudeza visual del 100% y no necesitar gafas y sin embargo tener problemas de Visión.
“No todos los problemas visuales se solucionan con unas gafas, en muchos casos con la Terapia Visual conseguimos mejorar las habilidades visuales y perceptivas. Esta terapia consiste en un programa individualizado de ejercicios preparado para tratar cada problema específico”, añade la propietaria de óptica Císcar Amparo Martínez.
Cuando hay un problema en la percepción y proceso de la información visual, una persona a través de la terapia visual optométrica mejora la coordinación ojo-mano, la percepción de formas, la direccionalidad y técnicas de visualización.
Gema Marí
Periodista+Educadora Infantil