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Las Semanas de la Moda Otoño/Invierno 2016 en 5 claves

28 días y más de 300 desfiles después, las Semanas de la Moda para la temporada Otoño/Invierno 2016 han llegado a su fin. Nueva York, Londres, Milán y París (sin olvidarnos de Madrid) han sido, un año más, hervideros de tendencias, tanto dentro como fuera de la pasarela. Creadores, periodistas, celebridades y clientes –entre muchos otros– hemos sido testigos del nacimiento de nuevos movimientos estéticos que determinarán lo que llevaremos el próximo otoño, así como de nuevas fórmulas empresariales que podrían cambiar por completo el actual sistema de la moda.

  1. Juego de tronos

Desde que Raf Simons abandonara Dior hace ya tres años en busca de un ritmo más relajado, los cambios de dirección en las casas de moda no han cesado. Alber Elbaz fue apartado de Lanvin y será sustituido por la francesa Bouchra Jarrar. Alessandro Michele tomó las riendas de Gucci tras la marcha de Frida Giannini y Demna Gvasalia, líder del colectivo Vetements, hizo lo propio con Balenciaga después de la salida de Alexander Wang. Por si fuera poco, los rumores apuntan a que Hedi Slimane –su último desfile para Saint Laurent en Paris se entendió como una despedida–, Phoebe Philo –directora creativa de Céline– y Karl Lagerfeld dejaran sus respectivos puestos en un futuro no muy lejano.

  1. Posturas enfrentadas

A través de medidas como la unificación de los desfiles masculinos y femeninos o la venta inmediata de las colecciones, Londres y Nueva York abogan por una regeneración inmediata del sistema que desmitifique el lujo y responda a las exigencias de los nuevos consumidores del siglo XXI –bien informados, con prisa y siempre atentos a su Smartphone. Un modelo que se asemeja más al de la moda rápida y que contrasta con las propuestas de Milán y París, que defienden la validez del sistema actual, basado en la creación de deseo por medio de la exclusividad.

  1. La receta del éxito

Sea como fuere, son las nuevas generaciones las que parecen haber dado con la ecuación perfecta para el triunfo de sus firmas. ¿El secreto? La emoción. Son aquellos que saben transmitir el sentir de los tiempos los que consiguen atrapar al consumidor. Alessandro Michele es el ejemplo perfecto: tan solo un año después de su nombramiento como director creativo de Gucci ha conseguido renovar completamente la imagen de la marca italiana y la ha posicionado como moderna, actual y, sobre todo, deseada. Valentino –con un beneficio de un billón de dólares en 2015– y Vetements –considerada ya la nueva Maison Martin Margiela– son otras de las casas de moda que viven su momento de gloria.

  1. Made in Spain

El talento español ha traspasado fronteras gracias al impecable trabajo de Josep Font al frente de Delpozo. El catalán ya es toda una institución en Nueva York, pero sigue fabricando sus bordados en España. Una elección que ayuda al desarrollo de la moda de nuestro país y que apoya las reivindicaciones de diseñadores como Davidelfín, que denunció a través de sus diseños la pasividad de los medios especializados hacia el producto nacional. El uso de nuevas tecnologías y materiales, así como un mayor trabajo creativo son las claves del nuevo ideario de la moda española.

  1. La magia existe

Como ya predijo la agencia de previsión de tendencias K-Hole en agosto de 2015, la ‘Magia del caos’ es el nuevo movimiento estético-filosófico de la moda. La nueva excentricidad creada por Michele derrocha exceso y libertad. Una locura galáctica que comparten diseñadores como Dries Van Noten, Hedi Slimane, Maya Hansen o Juan Vidal y que nos trasladan a un universo paralelo en el que todo es posible (e iridiscente).

Articulo colaboración de Cris Pastor

 

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