Que nadie piense que Nach (Albacete, 1974) va a alejar el micrófono más de diez centímetros de su boca para volverse un «clasicón» o que sus mensajes de protesta se van a diluir entre sinfonías de Mozart. Que nadie espere que Ignacio Fornés se quite la «cachucha» para salir al escenario, porque, desde luego, nada de todo esto ocurrirá.
Aunque este rapero ha decidido que en sus dos próximos conciertos le acompañen dos violines, un violonchelo, un contrabajo y un piano, su esencia es el «hip hop», un ritmo que marca su vida.
El Teatro Principal de Alicante, la «terreta» que le vio crecer y en la que residen sus familiares y amigos, será testigo de esta apuesta los días 20 y 21 de septiembre.
«Nunca en mi vida me imaginé que actuaría en mi teatro, con mi estilo», ha afirmado Nach durante la presentación de estos dos «encuentros con su público». «No quería un concierto al uso, quería dar algo más», remarcó.
Acompañado por el compositor y pianista Moisés Sánchez, este sastre de la rima adelantó que los instrumentos de cuerda que conforman el grupo String Ensemble, además del piano, «aparecerán» a lo largo de estos dos conciertos, pero remarcó que habrá «‘hip hop’ al uso, como nosotros sabemos hacer y nos gusta hacer».
Si bien es cierto que Nach adelantó algo de este «rap sinfónico» durante un concierto que recientemente ofreció en México, el trampolín de este proyecto está ahora más soldado.
«Sus letras son cinematográficas, y yo soy muy peliculero», dijo Moisés Sánchez, quien ha revelado que las bases de desarrollo melódico que van a ser utilizadas «se salen del ‘hip hop'», sin que se pierda la esencia de este estilo musical.
Nach no tiene pensado hacer más conciertos bajo este fórmula, o al menos eso ha dicho, pero no descarta hacer más «cosas» de este estilo, «que para mí son un subidón».
«No suena un bongo ni una caja, pero hay una textura -la que dan los violines- que me eleva mientras ‘rapeo’. Es otra dimensión mucho más rica», manifestó. «Yo creo que hay un rollo Tim Burton», añadió su compañero en este viaje.
Sostiene Nach que siempre ha sido una persona «abierta» y predispuesta a hacer cosas diferentes «sin tener miedo»; por ello aboga por «perder ese miedo a que el ‘hip hop’ pueda salirse del camino».
Este proceso de acercamiento a lo sinfónico no lo ha buscado, pero había «algo de mí», según reconoció, que me llevaba hacia este punto, lo cual, desde luego, no es una estación término.
Y sus seguidores, ¿lo entenderán?. «Si me dedicó a pensar lo que otros puedan pensar», no lo haría, respondió este rapero, quien está seguro que los suyos saben «que mantengo la esencia», la del «hip hop».
Sobre la base de los temas de su último trabajo, «Lo mejor del silencio», Nach recuperará temas clásicos de «Ars Magna» y de «Un día en Suburbia», entre otros discos, pero esta vez con violines, violonchelo, contrabajo y piano…y en un teatro donde nunca antes el «hip hop» había entrado. Bienvenido sea.