Mosquito tigre

Nuestro mosquito tigre

El aedes albopictus, comúnmente conocido como mosquito tigre, tiene su origen en la selva del sudeste asiático, pero se ha extendido ya por los cinco continentes, en ambientes urbanos y periurbanos. De tal manera que en la actualidad el mosquito tigre ha encontrado alojamiento también en distintos puntos del litoral de la Comunidad Valenciana, incluido Valencia capital.

La picadura del mosquito tigre se diferencia porque produce lesiones con fuerte componente inflamatorio y picor. Pero el principal interés sanitario de este mosquito es que en otros países es uno de los vehículos de transmisión de agentes patógenos responsables de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental o el chikungunya, como evidencian diferentes estudios sobre esta especie(1).

Pero como ha asegurado este viernes en rueda de prensa Maite Girau, la concejala de Sanidad y Salud del Ayuntamiento de Valencia, “el mosquito tigre no transmite enfermedades en España”, por lo que ha señalado que lo que procede es «la más absoluta tranquilidad».

Pese a las informaciones contradictorias de los últimos días sobre nuevos casos de Chikungunya en Gandía, también Conselleria de Sanitat ha tenido que desmentir este jueves a través de un comunicado que el contagio se haya producido aquí en la Comunidad Valenciana. De hecho, han comunicado que “en lo que va de año, la Direcció General de Salut Pública ha registrado 35 casos de enfermedad por virus Chikungunya, y todos ellos son importados (han estado en el extranjero en una zona endémica o en la que se haya detectado la circulación del virus, al menos 15 días antes del inicio de síntomas y allí contrajeron la enfermedad).”

No solo la Conselleria de Sanitat aporta datos sobre el hecho de que ningún mosquito tigre autóctono ha contagiado la enfermedad de Chikungunya. Tenemos a nuestra disposición los datos de un estudio del año 2010 que señalaba que en España, hasta la fecha, ningún caso ha sido autóctono, todos han sido importados(2).

De ahí que la principal precaución que debemos tomar es en los viajes a determinados países. La Direcció General de Salut Pública recomienda a los “viajeros que se dirijan a zonas endémicas que se informen sobre el riesgo de infección, el modo de transmisión, el periodo de incubación y la sintomatología para la detección precoz de la enfermedad”. Los viajeros deben acudir al médico si presentan fiebre y dolores articulares, “dentro de los 15 días siguientes a abandonar una zona endémica”.

No obstante, es cierto que tenemos al mosquito tigre «en casa». El aedes albopictus, en un alarde de capacidad de adaptación, ha cambiado la selva asiática por las aguas domésticas de nuestra comunidad, convirtiéndose en un “mosquito urbanita”. Y pese a que en España no ha contagiado a nadie, no conviene tenerlo como vecino. Expertos en la materia han dado una serie de recomendaciones, todas ellas reflejadas en diferentes estudios científicos consultados, y se resumen en una: evitar las acumulaciones de agua en pequeños recipientes.

Para más detalles, la Organización Mundial de la Salud informa de que el mosquito tigre prospera en una variedad amplia de acumulaciones de agua que le sirven de criaderos, “tales como cáscaras de coco, vainas de cacao, tocones de bambú, huecos de árboles, charcos en rocas, además de depósitos artificiales tales como neumáticos de vehículos o platos bajo macetas”. Esta diversidad de hábitats explica la abundancia de Ae. Albopictus en zonas periurbanas y en parques urbanos sombreados. Suele picar durante todo el periodo diurno, al aire libre, aunque su actividad puede ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde.

Dentro de nuestra Comunidad, es importante destacar que el servicio de vigilancia y control epidemiológico de la Direcció General Salut Pública ya dispone de un protocolo para la vigilancia del virus Chikungunya que incluye las medidas para la detección temprana de los posibles casos y que incluye además medidas de control ambiental para el control del mosquito tigre, vector de la enfermedad (término que se da a los animales que transmiten patógenos de una persona, o animal, infectada a otra).

Los municipios, por su parte, deben establecer medidas de control como la eliminación de los puntos de cría, el mantenimiento de los solares libres de posibles focos de cría, evitar contenedores de agua en espacios educativos durante las vacaciones, mantener las redes de saneamiento con una buena gestión del agua y evitar encharcamientos mediante riegos controlados, según informó la Conselleria a Europa Press. Conselleria recomendó además la vigilancia constante de fuentes de agua no reciclada o pequeños estanques, así como de las zonas de recogida de pluviales.

EL AYUNTAMIENTO DE VALENCIA TOMA MEDIDAS FRENTE AL MOSQUITO TIGRE

Entre las actuaciones realizadas por el Ayuntamiento de Valencia, la concejala Girau ha destacado la instalación de un sistema de monitorización para la localización de mosquitos adultos, así como de huevos, basado en la colocación de trampas de captura que se revisarán semanalmente y que ya han permitido detectar la presencia de mosquitos tigre en el Jardín Botánico.

Girau ha anunciado que “se aplicarán medidas de control directo en el punto concreto del hallazgo y en aquellos potenciales focos de la cría de la especie en un rango de 100 metros, actuación que tiene un éxito de mortalidad del 100 por cien de las larvas transcurridas dos semanas desde la aplicación. Asimismo, se continuará realizando una vigilancia entomológica para detectar nuevos focos en la ciudad”.

Paralelamente, el Ayuntamiento ha iniciado una campaña de comunicación social a través de la web municipal, www.valencia.es, con información al ciudadano que incluye información sobre el mosquito tigre y consejos en el ámbito privado.

EL INSECTO “AUTOESTOPISTA”

En España, la primera población de albopictus se detectó en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) en el verano de 2004. En 2005 se detectó la primera población de la especie en la provincia de Alicante, en concreto en la localidad de Orihuela y en 2009 se detecta su presencia en Torrevieja. La primera vez que se descubre en Castellón es en 2010, en Benicàssim (3)

Se especula que la extensión desde Cataluña hacia el sur se ha realizado a través de las carreteras que recorren la costa mediterránea, en concreto la AP7. De ahí que este mosquito también ha recibido el nombre de “insecto autoestopista”.

En septiembre de 2013 se detecta por primera vez la presencia del albopictus en la provincia de Valencia, concretamente en las localidades costeras de Sueca, Cullera y Gandia, gracias a la utilizacion de trampas de oviposición (1).

Así, aunque los modelos bioclimáticos no señalaban al sureste de España como un área especialmente sensible para el asentamiento de esta especie, debido a su capacidad de adaptación, incluso en lugares con bajos valores de precipitación anual, las hembras se están reproduciendo. El riego en patios y jardines particulares y los recipientes para albergar flores en los cementerios parecen haber sido decisivos en el proceso de dispersión en nuestro litoral mediterráneo (3).

LA ENFERMEDAD DE CHIKUNGUNYA

El nombre que tanto hemos oído y leído estos días en los medios de comunicación, chikungunya, hace referencia a una enfermedad vírica que es transmitida al ser humano por mosquitos infectados (por el mosquito tigre y otra variedad llamada aedes aegypti).

El llamativo nombre de Chikungunya proviene del idioma Kimakonde y significa “doblarse”, en alusión al aspecto encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares. Además de fiebre elevada inicial y fuertes dolores articulares, produce otros síntomas, como dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Los dolores articulares suelen ser debilitantes y su duración puede variar.

El tratamiento de la enfermedad se centra en el alivio de los síntomas, ya que no tiene tratamiento curativo.

La enfermedad suele contagiarse en viviendas próximas a lugares de cría de los mosquitos, en África y Asia. Puede confundirse con el dengue en zonas donde es frecuente, ya que algunos signos clínicos son compartidos por ambas enfermedades.

Fuentes:

1. Alarcon-Elbal PM, Delacour-Estrella S, Collantes F, Delgado JA, Ruiz- Arrondo I, Pinal-Prieto R et al. Primeros hallazgos de Aedes (Stegomyia) albopictus (Skuse, 1894) en la provincia de Valencia, España. Anales de Biología 35: 95-99, 2013

 2. Bueno M,  Jiménez R. Situación actual en España y eco-epidemiología de las arbovirosis transmitidas por mosquitos culícidos (díptera: culicidae). Rev Esp Salud Pública. 2010; 84: 255-269 N.º 3. Mayo-Junio 2010

3. Collantes F, Delgado JA. Primera cita de Aedes (Stegomyia) albopictus (Skuse, 1894) en la Región de Murcia. Anales de Biología 33: 99-101, 2011.

 

 

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