SALVAME, la tarifa plana DELUXE

Es difícil hablar de un programa que lleva cuatro años en antena y no escribir algo que no se haya escrito, pero es más fácil vapulear a un espacio que ocupa más de 4 horas de programación y es líder de audiencia un día sí, y otro también. La tarea es complicada sobre todo si aplicas la máxima de que “Si algo funciona, no lo toques”, la televisión es un espacio vivo, que intenta adaptarse a las tendencias masivas de cualquier forma y manera, y eso a veces produce un círculo vicioso con serios riesgos para el espectador  e incluso para las propias cadenas que lo aplican.

Su aplicación perpetúa los malos hábitos (record de consumo media de 264 min), pero sobre todo incita a las cadenas a intentar clonar el mismo formato de programa total de conseguir el liderazgo deseado. Ejemplos los tenemos en todas las parrillas, talk shows, talent shows, magacines..etc. véase Nº1, la Voz, El gran debate, La sexta noche, Pesadilla en la Cocina, MasterChef… o los recién vistos programas “piscineros”.

Si a esto le unimos la concentración de las cadenas en dos  monopolios mediáticos, y la cansina repetición de las películas o de series. El resultado no puede ser más desalentador, la llegada de las “Tedetes” (TDT) no han producido la deseada pluralidad, ni mayor oferta televisiva, ni más calidad, más bien, un mal endémico en forma de “tarifa plana mental”, y una polarización social con cada vez mayor calado de la que es difícil escapar.

Esperemos que no invada al único reducto que le queda al espectador o al ciudadano, las redes sociales, y la esperada Tv a la carta. Aunque siempre podremos contar para zafarnos de todo ello con nuestro fiel mando a distancia.

Aun así, cuando nos someten a cortes publicitarios de 6 minutos (otra aberración de la famosa contra programación), sincronizados en todas las cadenas, podemos bajar al perro, acostar a los niños o si eres un “single” ver el mismo anuncio en 6 cadenas diferentes, disfrutando de tu equipo de sonido o de tu última adquisición un pantallón en 3D. Lo del cigarrito no cuenta porque además de perjudicar a la salud, te da tiempo a acabar el paquete entero sin haberte perdido nada interesante.

Pero sea cual fuera la visión que tengan los espectadores (verdaderos soberanos de que los programas continúen en antena), estamos ya hartos de que nos apliquen esta salvaje “tarifa  plana” de Sálvame diario, Sálvame De luxe, Hay una cosa que te quiero decir, la Caja etc,…porque veas  lo que veas, siempre será lo mismo o los mismos. También estamos saturados que nos enchufen la otra “Mega Plana” con la vida de los Mohedano, la Mónica, la Chelo, la Lidya, la Mila…los Kikos hasta el mismísimo Jorge Javier Vázquez.

No olvidemos que además de este peaje televisivo al que nos someten, tenemos el otro monopolio de la Campos Family, es decir, toda una Fábrica (la de la tele), de lloros, rencores, frustraciones, y recuerdos, que junto con el GH de la surrealista Mercedes Milá, y un par de informativos, nos completan casi toda  la programación de Tele 5, incluido el paquete de J.J Santos, Picazo y Rosemary.

Algunos pensareis que esto es la vida misma, un retrato de nuestro país, personalmente a este neorrealismo televisivo prefiero denominarle “lobotomicamente”, “Que tiempo tan feliz”, para no abusar de las drogas.

Aunque hay que reconocer que  este formato es todo un fenómeno sociológico a estudiar, capaz ahora hasta de oficializa bodas, que lejos queda de los albores de “Aquí hay tomate” y de “Tómbola”, las verdaderas semillas en la venta de emociones prefabricadas y enlatadas.

Tele 5, en su afán acaparador mediático, ha llevado todo esto a la máxima expresión, como ya lo hizo con las “Mama Chicho” o el desaparecido  Jesús Gil, méritos no le faltan a la cadena, que contribuye activamente a narcotizar las mentes de los espectadores (léase entretener).

Pero como todos los fenómenos tienen su tiempo, afortunadamente la sociedad evoluciona más rápidamente que las televisiones y para una generación de jóvenes preparados, nuevos emprendedores, no hay cabida en ningún espacio que no fomente la individualidad, el egoísmo, o la traición por citar algunos valores. (El culto al cuerpo, ya no es moda)

Claro, hay que admitir  que también existen otros jóvenes como los de GH o MHYV que no tienen ningún interés por los “amigos” preparados, ni los emprendedores, si no es para montar un bar de copas o hacer una exclusiva para el Deluxe.

El duopolio televisivo se extiende y aplica para adormecer conciencias, hasta otras cadenas que en su día fueron referencia liberal, como la Cuatro, arremeten con “Un Príncipe para Corina”. Siempre nos quedará la jauría bi polar de Punto Pelota para no dormir o dejar dormir ( si es que no estás solo en la cama), todo vale por la audiencia.

Volviendo a Sálvame, y buscando el lado positivo, los editores de libros están de suerte, la humorista ascendida a presentadora Paz Padilla publica su primer libro, la reconocida Carmen Bazán otro, trabajo para los “negros” a precio de saldo, mientras ellas llenan sus redes sociales de ávidos seguidores en busca de sus ídolos.

¿Hay algo más natural que Jorge Javier Vázquez?, posiblemente uno de los mejores conductores que domina como nadie los “tiempos” en un plató, (no será por falta de horas de práctica) , pues ha necesitado también un libro auto terapéutico, que ya lleva la 5ª ò 6ª edición, recibir clases de canto, o impartirlas como “Maestro presentador” , su última aventura en la Univ. Camilo José Cela, para poder aguantar la presión de la cadena y no acabar como la “princesa del pueblo” ( salvando las diferencias). Por lo menos ha aprendido a invertir en su crecimiento, sin excesivos egos.

Pero al fin y al cabo todos ellos me parecen los “Airgam Boys” del ente Mediaset en todas sus batallas por la audiencia, que aunque sea una empresa privada, creo que tiene alguna responsabilidad pública o social, lo mismo que se le puede atribuir a Iberdrola, Telefónica en sus acciones o al propio gobierno por permitir tal concentración.

Así que, si insisten en aplicarnos esta tarifa plana mental, lo único que nos van a provocar es un pensamiento bipolar, tan repelente como el bipartidismo de PP y el PSOE o el Madrid y el Barca, por citar algunos saturados ejemplos.

Agraciadamente todos sabemos que hay vida más allá de Tele 5, (poca la verdad), pero esta televisión que tenemos lo único que está consiguiendo es que las próximas generaciones no tengan ningún interés por sus contenidos, convirtiendo la gran bolsa cautiva de espectadores que poseen, en un espectro de parados y jubilados con el encefalograma ya aplanado por las “fábricas” de contenidos social-políticos

Las cadenas autonómicas son un claro exponente de esta falta de estrategia al no cuidar sus audiencias, no aplicar criterios claros de servicio público, como le sucedió a los medios escritos tradicionales que ahora sufren el mismo tratamiento de indiferencia que ellos aplicaron cuando tenían el monopolio de la información, pocas veces  invirtieron en sus próximos prescriptores, estaban centrados en su lucha de poderes, comprando cabeceras o aumentando su tirada para cumplir su business plan

Aunque para analizar las verdaderas raíces habría que revisar las del sistema educativo, ( ya vamos, creo, por la 14ª reforma), que desafortunadamente no tiene presencia en ninguna cadena, ni pública, ni privada…añoro a Barrio Sésamo y todavía me fascino con Punset y su pan Bimbo.

@JonKRG

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