Se buscan actores entre el público valenciano para representar ‘The show must go on’

El coreógrafo Jérôme Bel, que repondrá en Valencia su legendaria pieza ‘The show must go on’, busca entre público valenciano para su  obra al elenco que será seleccionado por él mismo y la organización del Festival 10 Sentidos.

En un comunicado, la organización ha informado que el certamen busca a profesionales y no profesionales de las artes escénicas para formar parte del montaje que se representará en octubre.

El certamen, organizado por GmExpresa, en colaboración con la fundación Mapfre, con el apoyo de la Conselleria de Cultura, ha propiciado hasta ahora el encuentro del público con toda clase de propuestas escénicas caracterizadas por la integración de las diferencias.

En esta cuarta edición del Festival 10 Sentidos de Valencia quiere dar «un paso más allá» y abrir la posibilidad al público de que forme parte del espectáculo. Para ello, los interesados podrán formar parte de esta iniciativa lo harán dentro de uno de los montajes más celebrados en las últimas décadas, ‘The show must go on’, del reconocido coreógrafo francés.

De esta manera, el certamen ha convocado un casting para seleccionar a los participantes del montaje que se realizará en Valencia y que podrán ser o no, profesionales de las artes escénicas y deberán estar dispuestos a formar parte de un proyecto que invita a indagar en el propio yo.

Los seleccionados trabajarán entre el 10 y el 26 de octubre con Jérôme Bel para crear un trabajo final que se exhibirá dentro del Festival 10 Sentidos.

‘The show must go on’ fue creado en 2001 y es una de las obras emblemáticas en la carrera de Bel. El espectáculo examina la relación entre el arte y la vida, entre lo más coloquial y lo más refinado, y desafía constantemente las expectativas del espectador.

Así, en un escenario sin decorados un DJ pincha canciones populares de distintas épocas, mientras bailarines profesionales y personas sin experiencia en danza siguen las instrucciones de la letra de la canción. Es una pieza que «sorprende, conmueve y reflexiona» sobre las herramientas que utiliza el coreógrafo para «remover emociones, evocar asociaciones y crear el significado como un diálogo entre los bailarines y el público».

Ir arriba