Segunda mano y segunda piel

 

 

Entrar en la tienda Sesusó Center de la calle Reus es penetrar en un mullido y abigarrado túnel del tiempo. De las paredes cuelgan en estanterías de dos alturas con pasillo central, miles de prendas ordenadas por categorías: polos, camisas, cazadoras, chaquetas, bañadores, chandals, gorras, botas, pantalones de todos tipo…  es como si varias plantas de unos grandes almacenes hubieran sido compactadas en un bajo.

La ropa no es nueva. En otro momento perteneció a alguien que decidió desprenderse de ella vendiéndola. Este es el negocio al que se dedica Luboslav a través de las tiendas que tiene junto con otros miembros de su familia en Francia, Alemania e Inglaterra. Luboslav compra y vende ropa de segunda mano. “Pero si tú vienes aquí no te preocupes porque nunca verás a tu vecino vestido con la ropa que tú me has vendido, porque la ropa de España la exportamos y aquí sólo vendemos la que traemos de fuera”. Así nos explica la base de su negocio el dueño de esta pequeña tienda con su suave acento búlgaro.

“Nosotros importamos ropa principalmente de Estados Unidos. Allí este es un mercado establecido y popular, igual que por ejemplo Inglaterra, donde también es común este intercambio de ropa. En España no existe esta tradición y somos pocos los que nos dedicamos a esto. Cataluña y el País Vasco funcionan bien este tipo de tiendas. Valencia es una plaza difícil“.

Del techo cuelga una fila de chaquetones de borrego y a su lado vaporosos vestidos florares que habrían hecho las delicias de Janis Joplin. “Compramos la ropa clasificada. Nos sale un poco más cara pero eso ahorra tiempo y trabajo y eso es dinero. El hecho de ser mayoristas y poder comprar y almacenar nos permite ofrecer precios muy bajos: Levi’s originales 10 €, camisas de beisbol 10 €, cortavientos 6 €, cazadoras 10 €, tenemos prendas a partir de 3 euros. Otras tiendas que no son mayoristas venden los mismos Levi’s, pero los tienen que vender ya por 20 €”. Si no recuerdo mal, la última vez que me compre unos etiqueta roja, me costaron 80 €, así que el ahorro es considerable.

Entra un cliente y rebusca ropa ligera porque según cuenta va a hospitalizarlo y necesita ropa cómoda. Por 15 € se va completamente equipado.

“Otra ventaja de mi tienda es que es ropa americana. Esto le gusta a la gente porque encuentra prendas originales que en los mercadillos no se encuentra. Los mercadillos trabajan con ropa nacional. También traemos complementos: collares, cinturones, bolsos, zapatos, mochilas, parches, la ropa y las botas militares también tienen buena salida…»

Y todo a partir de tres euros.

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