Estudio bicicletas

Un estudio de la UV avala el sistema de bicicletas públicas como una práctica saludable

Un estudio de la UV avala el sistema de bicicletas públicas como una práctica saludable. Los investigadores de la Universidad de Valencia (UV), Javier Molina-García e Isabel Castillo, conjuntamente con la Universidad de California San Diego han realizado un estudio en el que se analiza la prevalencia en el uso del sistema de bicicletas públicas en la ciudad de Valencia.

La investigación, que se presenta bajo el nombre “A la universidad en bicicleta: evaluación de un programa de intercambio de bicicletas en España” ha tenido una duración de ocho meses y para ella se ha contado con una muestra de 173 estudiantes del grado de Psicología y Magisterio, con una edad media de 21,3 años, de los que solo un 8,7% hacía uso de la bicicleta para desplazarse a la universidad antes del estudio.

 

Un aumento significativo

«Los resultados del estudio de seguimiento realizado durante ocho meses demuestran un aumento significativo en el uso de la bicicleta como medio de transporte principal para trasladarse a la universidad, así como el potencial de este sistema en la promoción de un peso saludable y, en consecuencia, en la disminución de la incidencia de obesidad y sobrepeso entre la ciudadanía», señala el profesor Javier Molina.

El comienzo de la investigación coincidió con la implantación en Valencia del sistema de bicicletas “Valenbisi” de la empresa JC Decaux con una distribución de 1.500 bicicletas repartidas en 150 puntos de estacionamiento. El Campus de Blasco Ibáñez disponía de 210 bicicletas y el de Tarongers, de 146. Además, la ciudad contaba en aquel momento con 130 kilómetros de carril bici. Los datos fueron recogidos en dos ocasiones: al principio de septiembre de 2010 y al final de abril de 2011.

Respecto al tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una serie de propuestas para promover este medio de transporte, tales como la expansión de redes para el ciclismo, la creación de rutas atractivas y seguras, el acceso público a las bicicletas para viajes cortos y el aumento de puntos de estacionamiento.

REDUCCIÓN DEL IMC

 

Tras la investigación se ha podido constatar que, ocho meses después de su implantación alrededor del 19% de los participantes que eran usuarios habituales del sistema de bicicletas públicas aumentaron de forma significativa su gasto energético semanal y redujeron su índice de masa corporal (IMC).

Al finalizar el estudio, los desplazamientos en bicicleta proporcionaban a los usuarios aproximadamente la mitad de la actividad física semanal que recomiendan los organismos internacionales como la OMS, que indican la necesidad de realizar como mínimo 150 minutos semanales de actividad física.

 

Factores que influyen

Entre los factores que favorecieron el uso del nuevo sistema fueron: la existencia de al menos una estación de Valenbisi en un radio de 250 metros de la vivienda de los participantes, así como recorrer una distancia inferior a cinco kilómetros hasta la universidad. Otro factor que fomentó su uso fue tener la percepción de un entorno urbano seguro respecto al tráfico y a la existencia de carriles bici separados del resto para otros vehículos.

 

Texto: Mariola Roselló 

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