«Un últim aplaudiment» es una comedia de enredo que bebe del género de la screwball comedy y que presenta a dos parejas de amigos. Una de ellas formada por Annie y Jake (Inma Iranzo e Iván Miralles), la otra por Cordelia y Cosmo (Anabel Calderón y Voro Olmos). El meollo de la cuestión está en que el miembro masculino de la primera pareja acaba de atracar un banco, y la segunda pareja lleva entre manos un plan de asesinato y venganza, por lo que cuando se encuentren, no podrán hablar de sus respectivas situaciones entre ellos.
Esta divertida obra de teatro escrita y dirigida por Alexander Lemus, quien ha actuado en otras obras de teatro como Jacobo o La Sumisión de Eugène Ionesco, y en otros proyectos como la recién estrenada webserie La Gente es Imbécil, será representada a finales de mes en Tabernes Blanques, en mayo en el Teatro La Protectora de Valencia, y en junio en la Sala Carolina; las dos primeras en valenciano, y la última en castellano.
Su propio autor la describe como una obra con «rapidez de diálogo, ritmo hasta la extenuación y situaciones vodevilescas». Él mismo invita a los espectadores habituales, y a los no tan habituales, a ver la función: «Que vayan a verla porque la hora que dura se pasa volando».
Además, cabe decir que la escenografía de «Un últim aplaudiment» ha corrido a cargo de Abdón Alcañiz, quien ha trabajado en las entregas tercera y cuarta de la saga de terror español «Rec». Del vestuario y la peluquería se han encargado Ana Balsera y Giovanna Ribes. Todos ellos son miembros del grupo «La Criatura».
Para Alexander Lemus, quien ya había escrito otra obra, titulada «Borja, ese gran hombre», escribir esta obra en concreto supuso «Una experiencia genial. Es un trabajo extenso, de documentación y sobre todo de agilidad. Pensar en los mecanismos. Lo que tiene que hacer gracia. Los puntos de inflexión de los personajes. Y de manera comercial que pueda gustar a todos sin perder eso que tenemos los que escribimos de buscar elementos originales y personales».
Así pues, conociendo el entusiasmo con el que el escritor creó «Un últim aplaudiment», sin duda es una obra que, aunque se encuentre entre las muchas obras amateurs que están apareciendo actualmente, y no goce del reconocimiento que tendría el teatro más clásico, es digna de ser vista.