Una historia de amistad, odio, angustia y amor

Hace unos días pudimos asistir a la presentación de ‘Paradero Desconocido’ y charlar con sus actores que nos invitaron a la presentación de la obra, prometiéndonos que nos encantaría y que «“embrujaría al espectador de principio a final». Puntuales acudimos a la cita en el Teatro Principal, que estrena temporada con esta representación.

Laila Ripoll, una de las directoras más reconocidas del panorama teatral español, que ha sorprendido al público valenciano con la adaptación de una novela escrita en 1938 por Kressmann Taylor –pseudónimo de Katherine Kressmann– y publicada por entregas en el Nueva York Times. En obra que transcurre entre California, donde reside el judío alemán Max Eisenstein, Juanjo Cucalón, y en Alemania, donde Martín Schulse, Juanjo Artero,  regresa de su emigración en América tras la I Guerra Mundial con el inicio del auge del nazismo. Entre ellos se inicia entonces una relación postal que es la base textual de ‘Paradero desconocido’. La tercera protagonista, cosa inusual en las anteriores adaptaciones de este texto, es la frágil y dulce Griselle, la hermana de Max, interpretada por Sara Casasnovas, quien espera cumplir su sueño y triunfar en los teatros de Berlín.

Detrás de estas relaciones, el espectador asiste a los prefacios de dos de los episodios más sangrientos del siglo XX, la II Guerra Mundial y el holocausto nazi contra los judíos. La obra se ambienta en una época de ‘grandes cambios’ y los personajes, mediante la correspondencia que mantienen, van aportando al espectador una mirada dual de cómo se vivió este hito histórico en dos localizaciones distintas. Por una parte Martín, que regresa a Alemania ‘con la cartera llena’ y empieza a codearse con gente influyente del gobierno alemán y a entrar en el juego de ‘la palabra’ y el discurso populista con el que Hitler consiguió a ganar adeptos. Por otro lado Max, que desde el América empieza a recibir escalofriantes noticias de lo que en ‘su querida Alemania’ empieza a fraguarse y su trágica consecuencia. Max comienza a ‘temerse’ lo peor e intenta a toda costa que su hermana Griselle, enamorada de su amigo Martín, no viaje a Berlín.

El público, en poco más de una hora, pasa de la felicidad más absoluta al miedo, el odio y la tragedia. Pese a ser una obra basada en un texto epistolar la representación es dinámica y fresca. Durante la representación se hace uso de las imágenes audiovisuales de viejos vídeos de la Alemania nazi así como de la música, con la pianista Rosa Blasco, que acompaña en todo momento el hilo argumental con golpes musicales que consiguen provocar en el espectador momentos de bienestar, angustia e incluso temor. El público queda seducido por el delicado, pero muy logrado, equilibrio entre el humor y el drama que se vivió en este periodo histórico. Los actores, con su gran interpretación, consiguen ‘en un abrir y cerrar de ojos’ que el auditorio se entregue por completo a la historia y a los diversos puntos de vista de los personajes. La representación estará en cartel hasta este domingo, 6 de octubre, en el Teatro Principal de Valencia.

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