Una mascletà solidaria con los más pequeños

Si hay niños que no pueden ir a las Fallas, las Fallas van hasta los niños. Éste es el objetivo que se ha propuesto la Casa Royald McDonald de Valencia que, gracias a la empresa turística Spaintastic, este viernes ha acercado a un grupo de niños enfermos hasta la misma Plaza del Ayuntamiento para disfrutar de la mascletà.

Spaintastic, que se ha encargado, entre otros, de la organización y venta de entradas de eventos como la Tomatina del pasado año, ha puesto el balcón que alquila en la misma plaza para actos falleros a disposición de la Fundación Royal McDonald y los niños enfermos que se trasladan a Valencia para recibir tratamiento médico.

«Queremos hacer un guiño a la solidaridad y ayudar a estas familias desplazadas a que puedan disfrutar de las Fallas desde primera línea, literalmente», ha comentado Santiago Raga, portavoz de Spaintastic, que también destaca el «valor» de los voluntarios que dedican gran parte de su tiempo, de manera altruista, a colaborar con la Fundación.

Una de estas voluntarias que viven con dedicación y entrega la rutina diaria de estos niños es María Calvo, que este viernes ha acompañado a un grupo, «que aún habría sido más numeroso, todos querían venir, estaban muy emocionados pero las condiciones de salud no se lo han permitido a algunos».

La Casa Royal Macdonald de Valencia, con una capacidad para 16 familias, acoge a menores y sus padres residentes al menos a 50 kilómetros del hospital de referencia, que en, este caso, es La Fe y en ella, excepto la comida, todo es gratuito. Con miedo y «un poco desubicados» llegan todos los niños hasta la residencia donde hoy trabajan 25 voluntarios y dos personas contratadas. Pero pronto se sienten «como en casa», según ha explicado María, que recuerda que el objetivo de todos es hacer felices a estos niños, «que sonrían y, con esta visita a la mascletà, que desconecten un poco de la realidad del hospital y la enfermedad«.

Rozando el primer año de vida, la Casa de Valencia lucha por seguir adelante y busca cualquier colaboración «no solo económica sino con la simple compañía de voluntarios, personas que den charlas, que impartan cursos de todo tipo….», comenta María, que relata cómo la visita de policías locales, bomberos y otros profesionales suponen toda una aventura para los menores en su rutina diaria compuesta por pasillos de hospital y fuertes tratamientos.

Actualmente en España solo existen tres casas como ésta dependientes de la Fundación, junto a la de Valencia, en Málaga y Barcelona. En los próximos meses está prevista la apertura de una cuarta en Madrid.

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