Usa un buen calzado de verano

El uso de un calzado de verano inadecuado, causa de molestias en la planta del pie

El uso de un calzado de verano inadecuado, causa de molestias en la planta del pie y en la espalda.

El Colegio de Podólogos de la Comunitat Valenciana ha destacado que durante el verano aparece dolor en esta zona por la utilización de un calzado muy destapado, con poca sujeción al pie y de suela fina y flexible.

Las molestias pueden desaparecer realizando ejercicios específicos que trabajen los músculos del pie, pero si van en aumento será necesario acudir al podólogo para que aplique el tratamiento más adecuado y se eviten problemas mayores.

En verano es común utilizar un calzado inadecuado que se caracteriza por ser muy destapado, con poca sujeción al pie y con una suela excesivamente plana y fina.

Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunitat Valenciana (ICOPCV) se ha señalado que el uso de sandalias y chanclas de este tipo afecta a la marcha habitual y se puede generar un mal apoyo que afecte al aparato locomotor, especialmente a las rodillas, la espalda y las plantas de los pies, porque al no tener una suela adecuada, que amortigüe la pisada, el impacto sobre éstos es mayor.

En este sentido, desde el ICOPCV se recomienda utilizar un calzado de verano con suela semirígida (que no se doble), que tenga forma ergonómica y que garantice una óptima sujeción del empeine y del tobillo.

Si se abusa del uso de chanclas y sandalias con suelas muy finas y flexibles es probable que aparezca dolor en la planta del pie que se puede evitar trabajando con ejercicios específicos los músculos de la zona, tiene que utilizar un calzado de verano con suela semirígida. Eso sí, si se observa que el dolor aumenta progresivamente es necesario acudir al podólogo para que haga una valoración y se aplique el tratamiento más adecuado a ese caso en concreto”, ha señalado Alfredo Martínez, presidente del ICOPCV.

Algunos ejercicios para trabajar los músculos de la planta del pie son los siguientes:

1.- Poner el pie encima de una pelota de goma, preferiblemente fría, y rodar el pie hacia delante y hacia atrás.

2.- Otro ejercicio sería colocarnos en una escalera y ponernos en el extremo de un escalón con los talones en el aire y tratar de subir y bajar el peso del cuerpo con la planta del pie lo más estirada posible.

3.- Sentarse en el suelo con las piernas estiradas formando un ángulo de 90º con el cuerpo. Colocar una toalla sujetando la parte delantera de la planta del pie y estirarla hacia nosotros.

4.- También son recomendables los masajes con crema de efecto frío.

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