El exvicerrector de Cultura de la Universitat de València y autor teatral, Josep Lluís Sirera

La sociedad valenciana despide al catedrático y dramaturgo Josep Lluís Sirera

La sociedad valenciana despide al exvicerrector de Cultura de la Universitat de València y autor teatral, Josep Lluís Sirera, que falleció este martes en Valencia por complicaciones de una enfermedad que arrastraba durante el último mes.  La capilla ardiente fue instalada en el Tanatorio de Valencia, y al entierro, ayer tarde, han asistido numerosas personalidades del mundo de la cultura, política y de la docencia. Josep Lluís Sirera se había jubilado recientemente como catedrático del Departamento de Filología Española de la UV. Había sido vicedecano de la Facultad de Filología (1986-1987), decano del mismo centro (1987-1989), director del Departamento de Filología Española (1992-1995), director del Servicio de Bibliotecas y Documentación de la UV (2002-2006), y vicerrector de Cultura desde 2010 a marzo de 2011. Algunos de sus textos teatrales han sido estrenados por el Aula de Teatre de la Universitat de València en los últimos años. Además de su extensa labor investigadora, ha sido autor dramático, adaptador y guionista. Entre sus últimos trabajos, destaca la versión del Canto de la Síbila y su reconocido trabajo en la serie televisiva Amar en tiempos revueltos.

Al conocerse la noticia, las Corts Valencianes expresaron sus condolencias por la muerte del exvicerrector de Cultura de la Universitat de València. A través de su cuenta de Twitter, la cámara autonómica expresó sus condolencias a la familia de Sirera y destacó que su muerte supone «una gran pérdida para el teatro y la cultura valenciana«. De igual forma lo hicieron diferentes grupos políticos, entre ellos el PSPV-PSOE, con el que mantuvo una estrecha vinculación en su última etapa.  Desde el ámbito de la cultura y plataformas cívicas también mostraron sus condolencias y lamentaron la defunción de Josep Lluís Sirera.  Desde el Centro Cívico Som Majoria destacaron que el trabajo de Sirera constituye un legado para las generaciones presentes y futuras que perdurará con el paso de los años. “Hemos perdido a un intelectual excepcional, a un demócrata convencido y a una excelente persona”, señalaban en su comunicado.

Ir arriba