Tras su paso por Elche y su futura presencia en Alicante, la compañía OtraDanza revivirá, del 22 al 24 de enero en el Teatro Principal de Valencia, el ambiente «gamberro y sensual» del período de entreguerras en Europa en su nuevo espectáculo, ‘Clandestino’, una combinación de danza contemporánea con ritmos como el jazz o el tango que invita al espectador a disfrutar de una fiesta llena de diversión y glamour.
Así lo ha explicado la directora de la agrupación, Asun Noales, que ha presentado la función en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por parte de elenco artístico, el intérprete y coreógrafo Sebastián Rowinsky y las bailarinas Diana Huertas y Saray Huertas.
En ‘Clandestino’ -una coproducción de la agrupación y CulturArts Generalitat Valenciana-, la compañía alicantina asume «un nuevo reto» y se aleja de la concepción abstracta que ha dominado hasta ahora en su producción para construir un espectáculo con más dramaturgia y personajes. El montaje se ambienta en un espacio simbólico situado en una noche cualquiera de cualquier metrópoli -Berlín, París, Barcelona, Nueva York o Buenos Aires- durante el periodo de entreguerras. Se trata de un flashback que, desde la contemporaneidad, devuelve al público al nacimiento de una nueva modernidad.
Noales ha comentado que este cambio no quiere decir que OtraDanza vaya a virar hacia un estilo más narrativo, sino que este era necesario para hablar de una historia y lugar «tan específica». «Somos una compañía ecléctica y, seguramente, nuestro próximo trabajo será completamente diferente. Cada proyecto es un viaje artístico», ha aseverado. El proyecto cuenta también con la participación de Juanjo Llorens, que se ha encargado de la iluminación; Luís Crespo y arn arquitectos, responsables de la escenografía, el documentalista Francisco Sarabia Marchirán -que también asesora la parte musical junto a Germán Antón Manolo Tonda- y el vestuario de Ana Esteban, una diseñadora de Villena que colabora con Amaya Arzuaga.
El lenguaje de los cuerpos
Un conjunto que sirve para recrear «un lugar donde los límites se desdibujan, donde todo aquello que no se dice se expresa con el lenguaje de los cuerpos que, transformado en baile, propicia la seducción a través de unos códigos que subvierten las normas en la quiebra de la moral imperante».
Estrenado el 18 de diciembre en el Gran Teatro de Elche -la compañía es residente desde hace años del centro cultura L’Escorxador de la ciudad ilicitana-, viajará en marzo, tras su paso por Valencia, a Alicante y ya se estudian otras fechas para su exhibición.
Asun Noales ha confiado en la respuesta del público que, según ha resaltado, está preparado para apreciar la danza bien hecha. «La gente está preparada para recibir calidad», ha aseverado.