señas de identidad, La bancada del PP, de pie, muestra senyeras

Votar a favor del catalanismo: el verdadero valencianismo del Partido Popular

Votar a favor del catalanismo: el verdadero valencianismo del Partido Popular. Esto es de locos, una vergüenza, una real desfachatez, un destarifo. Es para echarse a llorar la bipolaridad del Partido Popular en lo que respecta a la defensa del valencianismo. No les basta con limpiar su corrupción en la Real Senyera, que encuentra sus garantías en el artículo 4 del Estatuto valenciano, como observamos en la imagen. De repente, un día se levantan torcidos y te votan a favor de los independentistas catalanes o, mejor dicho, de lo que proponen sus esbirros valencianos, como Joan Ribó y Pere Fuset, gracias a su muleta Joan Calabuig: catalanizar el nombre de la ciudad de Valencia (València).

A los personajones del PP de Valencia, por que no tienen otro nombre, no les basta con hacer el ridículo y el descrédito que les crea el hecho de quedarse sin concejales en su grupo político en el Ayuntamiento de Valencia, no. Aún podía incrementarse su nivel de despropósito hasta alcanzar niveles nunca vistos, al escenificar una burla más del PP a los valencianistas, a los que realmente defendemos lo nuestro, frente a la obsesión unitarista del independentismo catalán. Un nacionalismo llevado al extremo, que juega con el sentir popular y que, con fines propios de un imperialismo económico, pretende unificar la cultura, apropiarse de nuestras múltiples riquezas (fiestas reconocidas internacionalmente, museos, gastronomía, etc) e invadir un territorio con rango de corona.

Un rango que ellos nunca tuvieron, igual que no tuvieron un Siglo de Oro, que ahora los libros de texto oficialistas se empeñan en inventar, junto a administraciones históricas ficticias como la corona catalano-aragonesa. Una batalla reavivada a la fuerza, inoculada durante años y años en el imaginario público catalán, que ahora pretenden inocular en el pueblo valenciano, cual virus de probeta. En el caso de Cataluña, utilizado por Convergència para tapar el entramado de corrupción más grave de la democracia española y mantenerse en sus sillones. En el caso de nuestra Comunitat, el catalanismo solo encuentra contrapartida en los sueldos.

Que esta gentuza encuentre aliados en un partido nacionalista como Compromís o una delegación territorial de la socialdemocracia que aún mantiene las siglas PSPV, aludiendo a la idea de País Valenciano, y que tiene aún muy presente la lucha catalanista de exdirigentes como Císcar, lo podemos entender, no nos sorprende. Pero ustedes, señores y señoras del Partido Popular: ¿En qué diablos están pensando?.

Hoy han evidenciado la gran verdad, la que todo el mundo conoce pero nadie se atreve a relatar: ustedes, durante décadas, han jugado con el valencianismo, lo han utilizado, rentabilizado electoralmente. Eso ya se acabó. Ya está bien. Basta ya.

Ahora vayan y le sacan la bandera a otros. No utilicen nuestra Real Senyera para desviar el foco mediático de sus corruptelas, porque en la cuestión electoral dudamos mucho que vuelva a servirles para algo.

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