La semana entre el 5 y el 11 de agosto, el número de atendidos alcanzó en la provincia de Valencia las 1.003 personas, una cifra que ha descendido entre el 12 y el 18 de agosto hasta los 811 afectados.
En la última semana, según Cruz Roja, Alicante ha sido la provincia más afectada, con el reciente avistamiento de concentraciones de medusas en las playas de La Granadella y el Portichol, ambas en Jávea.
En las playas valencianas de El Saler, Pinedo y L’Arbre del Gos se izó la semana pasada la bandera amarilla ante el avistamiento de medusas y su alta concentración en la zona de baño, según publicó el Ayuntamiento de Valencia en su página web.
La primera plaga de medusas se registró a principios de junio en las playas de Benidorm, lo que obligó al Ayuntamiento a activar el protocolo pertinente y proceder a la retirada y limpieza de estos animales a través de una embarcación pelícano.
Las medusas se comenzaron a asomar por las costas del Mediterráneo en el mes de mayo en bancos de varios kilómetros de extensión con una densidad de 30 o 40 medusas por metro cúbico, tal y como informó a EFE la investigadora del Instituto de Ciencias del Mar, Verónica Fuentes.
Desde el proyecto Jellyrisk, del que forma parte Fuentes, advirtieron que las medusas serían más grandes y abundantes que en los últimos tres años, tal y como comprobaron a partir de una travesía de un mes para detectar estos animales.
Ante el contacto con una medusa, el responsable de Urgencias del Hospital Quirón Torrevieja, Juan Costell, ha reiterado que lo primero que hay que hacer es acudir cuanto antes a un puesto de Cruz Roja o advertir de la situación a los socorristas.
En caso de que esto no sea posible, los expertos recomiendan lavar la herida con agua salada, quitar los restos de medusa de la piel, sin frotarse ni rascarse, y aplicar hielo sobre la zona afectada.