La décima se escapa de La Fonteta

La Fonteta estaba preparada para uno de los mayores espectáculos que el deporte español puede ofrecer a día de hoy. Un duelo en la cumbre entre dos equipos en racha. Por eso el inicio taronja fue fulgurante, con más corazón que cabeza pero con un objetivo claro: defender y correr. Un parcial de 8-0 dio la bienvenida al Real Madrid a un pabellón que en los últimos años se le ha atragantado. Fue el acierto de Van Rossom, Rafa Martínez y la intensidad de Lishchuk  lo que permitió al cuadro ‘taronja’ coger las primeras ventajas en el electrónico (8-0, min. 1).

Poco a poco los de Pablo Laso fueron entrando en el choque, aunque más por acciones individuales que por colectivo. Ese ambiente que siempre desconcierta a Llull volvía a desquiciar al Madrid, a remolque de los ‘taronja’. Otra de las joyas blancas, Nikola Mirotic, tampoco mostraba su mejor cara ante Justin Doellman, su posible ‘relevo’ si decide hacer las maletas rumbo a la NBA. Si el montenegrino se pasaba un metro, era el americano quien anotaba desde la larga distancia. Precisamente, ese acierto desde 6,75 disparaba a los valencianos (12-5, min. 5).

Un momento de éxtasis que acompañó a tres triples consecutivos de Sato, Ribas y Van Rossom que dieron rienda suelta a la euforia de La Fonteta. Ese parcial de 9-0 daba la máxima ventaja al Valencia Basket y solo la entrada de Sergio Rodríguez en el encuentro, al mismo tiempo que Van Rossom tomaba descanso, permitió frenar el estirón local (23-14, min. 10). 

El base canario empezó a ganar la partida a un Lafayette que tardó en entrar en la batalla pero que dio un plus inesperado y agradecido en ataque junto a Pau Ribas.  El escolta catalán podrá estar más acertado o menos, pero siempre preparado para la batalla. Su presencia en cancha con el de Lousiana deshacía una y otra vez al Madrid, carente de espíritu defensivo, pero con un Carroll infalible que rescataba a su equipo cuando peor lo estaba pasando (36-22, min. 16).

Entonces, Laso recurrió a una zona para frenar el ataque valenciano. Como ocurrió ante el Murcia, el cambio de defesa quitó la energía que había mostrado el Valencia Basket hasta ese momento y obligó a Perasovic a pedir un receso necesario (38-30, min. 17). La inoperancia no duró mucho porque la casta de Rafa Martínez apareció para tirar de galones: un triple y una penetración imposible aliviaron los nervios de los locales antes del descanso (45-31, min. 20).

Mucho más trabado fue el inicio de la segunda mitad ya que las faltas personales empezaron a desesperar a los locales. Por algún extraño motivo, el listón arbitral había cambiado tras el paso por vestuarios y en apenas tres minutos el Valencia Basket ya estaba en bonus. Los visitantes empezaron a coger gusto con dos triples de Rudy Fernández y Mirotic (47-39, min. 23). El alero mallorquín lideraba la reacción madrileña con 13 puntos en el tercer cuarto y la renta que tanto había costado obtener se deshizo en apenas unos minutos (49-46, min. 25).

Los mismos héroes de la primera parte acudieron al rescate y dos triples soberbios de Lafayette rompieron la peligrosa dinámica (54-49, min. 26). Apareció también Bojan Dubljevic y sus puntos en el poste bajo, pero con un arbitraje mucho menos permisivo, la defensa valenciana poco podía hacer para contrarrestar la calidad blanca. La Fonteta echó una mano para que los de Laso todavía no se pusieran por delante y una penetración de Van Rossom sobre la bocina maquillaba el arreón blanco (63-55, min. 30).

La sensación de dominio madridista se acrecentó en el último cuarto. La seguridad que da ganar cada partido da siempre un impulso tremendo y, como en todos partidos, los de Laso se empazaban a ver superiores (65-64, min. 33). Para tener opciones de triunfo había que tener sangre fría: olvidarse del arbitraje e intentar recuperar la eficacia ofensiva. La anotación se había frenado en seco, lo que aunque no fuera positivo para los ‘taronja’, permitió que el Real Madrid no se pusiera por delante hasta que Llull halló con la solución de tres (65-67, min. 35).

Con la ventaja en el marcador, el Valencia Basket siguió atascado en ataque y rebotado con el arbitraje. Las opciones de victoria se quemaron en los últimos minutos y Rudy Fernández encendió a La Fonteta de nuevo tras propinarle una patada a Romain Sato que fue devuelta por el centroafricano, lo que originó una tangana final que cerró la segunda derrota en Liga Endesa de los ‘taronja’.

Ficha técnica

75 – Valencia Basket (23+22+18+12): Van Rossom (8), Rafa Martínez (8), Sato (3), Doellman (6), Lishchuk (12) -cinco inicial- Triguero (-), Ribas (13), Dubljevic (8) y Lafayette (17).

82 – Real Madrid (14+17+24+27): Llull (11), Rudy Fernández (18), Darden (-), Mirotic (16), Bourousis (-) -cinco titular- Draper (-), Reyes (9), Rodríguez (7), Carroll (17), Slaughter (2) y Mejri (2).

Árbitros: García González, Peruga y Rial. Eliminaron por faltas personales a los locales Rafa Martínez (m.33) y Lafayette (m.40) .

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 11 de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 8.500 espectadores.

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