Alrededor de un centenar de personas se ha concentrado este sábado en el río Albaida, un afluente del Júcar cerca de la localidad de Castellón de la Ribera, para evitar que agua de este río «completamente seco» o del embalse de Bellús se envíe a Alicante para permutarla por la del río Alarcón, según ha informado Xúquer Viu en un comunicado.
La organización ha denunciado que «queda demostrada la falsedad de que al Júcar o al Albaida les sobra agua» y ha explicado que el agua que quiere llevarse desde Alarcón para su venta la justifican como una permuta con el agua del Albaida que se regula desde Bellús, pero «la verdad es que el Albaida está prácticamente sin agua, que no llega al Júcar, y el embalse de Bellús está casi vacío, con 4,8 hectómetros cúbicos, el 7 por ciento de su capacidad».
Por ello, Xúquer Viu ha organizado una concentración
en el cauce del Albaida para demostrar que es «falso» que en este afluente «haya agua para permutar con la de Alarcón para que el lobby del agua de Alicante se lleve un mínimo de 12 hectómetros cúbicos para el negocio y la especulación». También han manifestado que el caudal ecológico existente en el Albaida, de 0,2 metros cúbicos por segundo, es «completamente insuficiente para mantener la vida de este río y que llegue a conectar con el Júcar».
La Generlitat y los beneficiarios del transvase Júcar-Vinalopó han defendido esta alternativa de transvase desde Alarcón argumentando que los regantes de la Ribera podrían utilizar los recursos no asignados generados por los afluentes del Júcar de aguas debajo de Tous, en el río Albaida, y así liberar un volumen equivalente, como mínimo de 12 hectómetros cúbicos por año, en el embalse del Alarcón, al cual tienen vinculadas sus concesiones.
De este modo, la intención es «transvasar anualmente un mínimo de 12 hectómetros cúbicos del Júcar desde el Alarcón y además, todos los ahorros de la modernización de regadíos generados en la Ribera del Júcar, ya que están considerados como recursos excedentes según el Plan».
Así, Xúquer Viu ha denunciado en su concentración en la que han participado vecinos de Castellón de la Ribera, y también de Manuel, l’Ènova, Alcàntera del Xúquer, Alginet, l’Alcúdia, Sumacàrcer, Alzira, Antella o Xàtiva, que el Júcar «es un río sobreexplotado que ha perdido en las últimas décadas más de la mitad de su caudal y que apenas puede atender sus necesidades».
Por ello, «cualquier transvase de agua que no sea de sobrantes y desde el Azud de la Marquesa, al final del río, supone una amenaza a la supervivencia del Júcar y de la Albufera, sus caudales y sus usos», han advertido.