(53-79) Nizhny Novgorod-Valencia Basket: Ya tenemos plan, volvemos a Kazán

Volveremos a Rusia, pero esta vez para disputar una finalísima. El Valencia Basket no solo logró defender su ventaja ante el Nizhny Novgorod, sino que machacó al conjunto ruso en su propio feudo con una superioridad impropia de una semifinal europea (53-79). A base de un trabajo coral espectacular, Dubljevic y Ribas encarrillaron la eliminatoria en los primeros minutos para que Martínez y Aguilar reventaran el choque antes descanso. Todo con la colaboración de Sato. O de Van Rossom. O de Lafayette. Imposible dejar al margen a alguien en un día tan señalado como el de hoy.

A Kazan hay que volver… con una renta, con una renta. Eso es lo que intentará La Fonteta primero. El Unics será otra historia totalmente diferente, pero con el equipo sano nada tiene que preocupar a un conjunto que está dispuesto a hacer eso, historia. Da igual que hayan ganado los dos precedentes previos. Por lo pronto, ya es la sexta final de los ‘taronja’ de la competición. La gloria espera. La Euroliga, también.

DUBLJEVIC Y RIBAS PONEN EN ÓRBITA AL VALENCIA BASKET

Bojan Dubljevic era la única novedad en el quinteto inicial de Velimir Perasovic. Junto a Pau Ribas, otro cambio en la primera unidad, robó el partido para regalárselo al Valencia Basket desde el inicio. Los pupilos del croata arrancaron dispuestos a combatir el empuje de los rusos: si un triple del escolta catalán neutralizaba la penetración de Panin, el pívot montenegrino hacía lo mismo con la canasta en el poste bajo de Primoz Brezec. Un toma y daca beneficioso (8-7, min. 4).

La mejor noticia para los visitantes era que nadie se salía del guión establecido. Eso significaba controlar a Rochestie, Thompson y Antonov atrás, aquellos jugadores que dificultaron el despegar ‘taronja’ hace una semana. Además, si había alguien que despertaba de la siesta era el conjunto valenciano con el segundo triple de Ribas y la opción de correr al contragolpe gracias a la contundencia rebotadura de Sato (10-18, min. 9). La única mala noticia era ver dolorido a Oliver Lafayette al final del primer período, aunque el norteamericano regresó minutos después a pista (14-22, min. 10).

¿JUGAMOS A LAS PAREJAS? TURNO DE MARTÍNEZ Y AGUILAR

Unos estaban nerviosos y otros, concentrados. La diferencia era abismal. El guerrero Sato se multiplicaba para dedicarse también a robar balones y enchufar triples, por lo que la renta crecía exponencialmente para desesperación de un público que no sería caliente ni aunque les asaran vivos. Lejos de ser un revulsivo, esta vez ni la entrada de un Khvostov desdibujado fue incapaz de controlar el ritmo del encuentro. Fue su última bala. Adiós y muy buenas (16-28, min. 13).

Si al espectáculo se sumaba Rafa Martínez con siete puntos en el segundo cuarto, el Nizhny Novgorod podía bajar el telón antes de hora. O dedicarse al hockey hielo. El capitán ‘taronja’ tenía celos de la dupla Ribas-Dubljevic y decidió asociarse con un granadino que pasaba por allí. Aguilar volaba al contraataque con un mate y levitaba para colocar un soberbio tapón a Brezec en la siguiente jugada, como si fuera fácil ante un bigardo de 2,16 metros. Luego decidió sumarse al festival de acierto desde 6,75. Bienvenido sea uno más (18-39, min. 18).

Sobrados no, sobradísimos. Parecía incluso fácil. Demasiado. El Nizhny se colocó en una zona efectiva pero que tardó un cuarto en llegar: con 30 puntos de desventaja global ya solo un milagro les podía salvar. La táctica de Zoran Lukic funcionó al clavar a los valencianos antes del descanso en 39 puntos, pero la diferencia seguía siendo demasiado grande (25-39, min. 20).

LOS CHISPAZOS DE GENIO YA ERAN SUFICIENTES

Las noticias al descanso emplazaban al Valencia Basket a sacarse un nuevo visado para regresar a Rusia. Todo un placer. Doellman hizo olvidar la sequía previa al paso por vestuarios con un triple y varias acciones puntuales de Van Rossom superaron la defensa de un conjunto ruso que al menos se creció en ataque buscando rendirse con honor. El mismo al que recurrió el Alba Berlín en cuartos de final (30-44, min. 23).

Sin embargo, esta vez los ‘taronja’ estaban tan concentrados en el choque que no se fueron del mismo en ningún momento. Al revés. Demasiado había en juego para poner las manos en el fuego. Eso lo sabía bien Oliver Lafayette, que apareció para demostrar que estaba recuperado de su golpe en la primera mitad y mostrar su magia con dos chispazos de genio que humillaron al Nizhny Novogorod (39-66, min. 30).

¿TELÉFONO NARANJA? VOLAREMOS A RUSIA DE NUEVO

El club ruso había pedido a sus aficionados que fueran de blanco. La bandera de ese mismo ya la habían sacado hace mucho tiempo y no para animar. Por simpatía, el Valencia Basket empezó a regalar espectáculo con un aleyopp culminado por Lucic. Lo contrario que los locales, que había tirado también la toalla antes de tiempo (44-73, min. 36). Hasta Larry Abia tuvo su recompensa con tres minutos en la pista, en los que anotó un punto. La llamada ‘taronja’ hacia la sexta final ya es una realidad. Volaremos a Kazan otra vez.

FICHA TÉCNICA

53.- Nizhny Novgorod (14+11+14+14): Rochestie (8), Panim (4), Thompson (8), Antonov (9), Brezec (7) -cinco titular- Baburin (2), Ivlev (-), Korobkov (9), Khvostov (6) y Savelyev (-).

79.- Valencia Basket (22+17+27+13): Van Rossom (10), Ribas (6), Sato (11), Doellman (8), Triguero (-) -cinco titular- Lucic (5), Rafa Martínez (10), Dubljevic (13), Aguilar (7), Lafayette (8) y Abia (1).

Árbitros: Ankarali (TUR), Boltauzer (SLO) y Viator (FRA). Eliminaron por faltas personales al visitante Sato (m.39).

Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Eurocopa disputado en el Trade Union Sport Palace ante unos 4.000 espectadores.

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