Dicen que la historia la escriben los vencedores y en La Fonteta solo hay uno. Quizás la renta pudo haber sido mayor, pero el Valencia Basket volvió a recordar a toda Europa lo difícil que es ganar en su cancha. Nueve puntos saben a poco tras haber estado 22 arriba durante la segunda mitad, mas una semifinal europea es lo que tiene. El Nizhny Novgorod demostró coraje y no se deshizo pese a estar al borde del KO en la segunda parte (84-75). Dijon Thompson fue una pesadilla con 25 puntos, igual que lo fue para los visitantes Bojan Dubljevic con 24 y Pau Ribas con 17.
Con un pabellón a reventar, este era un encuentro para que aparecieran las grandes figuras. Van Rossom anotó la primera canasta del encuentro, pero fue Dijon Thompson el que dio un paso adelante. Los rusos, todo altura y derroche físco, no iba a dejar jugar a los ‘taronja’ tan fácilmente y el choque de titanes entre el propio Thompson y Sato daba muestra de ello. Por eso mismo, el inicio fue muy incómodo (4-4, min. 2).
Golpe tras golpe, la batalla no le interesaba a Perasovic. Él solo quiere que el ‘punch’ venga de un lado y el alero americano se lo negaba una y otra vez (14-14, min. 5). El Nizhny Novgorod, además, también salía de la presión con facilidad y rompía la agresiva defensa con puertas atrás que acababan en canasta sencillas debajo del aro. Una desesperación para el croata y todo un manual de cómo superar las líneas de presión rival (15-22, min. 7).
En poco se parecía ese coladero a la defensa de anteriores eliminatorias. Faltaba concentración. Una falta cometida en seis minutos no era aceptable. El Nizhny estaba planteando un encuentro perfecto y Pau Ribas tenía que sacar al Valencia Basket del atolladero. Curiosamente y al mismo tiempo, la entrada del arma más peligrosa de los rusos dio al traste con su planteamiento. Rochestie empezó a manejar la pelota en exceso y los visitantes perdieron el norte en ataque (20-23, min. 10).
La vuelta del dinámico Khvostov apenas varió nada. Los de Lukic veían cada posesión del color de su camiseta, pero el Valencia Basket no lo aprovechaba debido a la cascada de errores no forzados provocados por la enorme envergadura del rival. De hecho, la primera canasta del segundo cuarto llegó con un gancho de Dubljevic a los tres minutos. La siguiente canasta, un mate de Aguilar al contragolpe, devolvió la ventaja a los locales (24-23, min. 13).
El ritmo volvía a ser ‘taronja’, aunque dos triples de Khvostov y Thompson neutralizaron el empuje valenciano (28-29, min. 15). Para colmo de males, el árbitro francés Bissang empezó a mostrar su incapacidad para dirigir un partido de este nivel y cargó a Sato con la tercera personal con la complicidad de Lamonica, que le señaló una técnica de rápido gatillo (28-32, min. 15). Los locales ya tenían coartada para ser más duros si cabe y la tensión se adueñó del encuentro.
Por suerte, Ribas levantó al pabellón con su segundo triple, que devolvió el parcial de la técnica con un 5-0 (33-32, min. 16). En su obsesión por controlar cada partido, Lamonica se volvió loco y devolvió la técnica esta vez a Zoran Lukic (36-32, min. 17). La lucha era constante y el partido bonito a excepción de los continuos errores y del exceso de protagonismo arbitral. Aquello tenía su encanto. Un último empujón de Pau Ribas y Justin Doellman permitió llegar al descanso con la máxima hasta el momento (41-32, min. 20).
El paso por los vestuarios bajó las revoluciones, aunque el escolta catalán continuaba desatado en ataque (44-34, min. 22). La renta ya superaba la decena de puntos y Taylor Rochestie estaba superado por los acontecimientos. Otros equipos como el Alba cayeron ante este agobio y parecía que el Nizhny también lo haría. Una técnica de Lamonica a Antonov desangraba todavía más a los rusos ante una Fonteta volcada (53-34, min. 24).
Sin embargo, un par de despistes de Van Rossom apagaron la llamarada ‘taronja’ (54-39, min. 25). Nada por lo que preocuparse ya que la respuesta fue instantánea y vino de los balcanes con un triple de Lucic y una bandeja más triple en la siguiente posesión de Dubljevic (61-41, min. 26). Ambos se multiplicaban en ambos lados de la cancha y los locales respiraban… corriendo en transición. Ahora sí, el partido se había vuelvo loco por lo que sucedía en la pista (63-41, min. 28).
Y no hay mejor noticia que esa para el Valencia Basket, aunque Rochestie reapareció a tiempo para no dejar tirado a su equipo por completo (63-49, min. 30). Todavía había que luchar 10 minutos más y no iban a ser fáciles precisamente. Los rusos avisaron con un parcial de 2-15 de que no se iban a hundir y los ‘taronja’ se había echado un pelín para atrás conscientes del margen logrado (65-56, min. 32).
De repente, la ventaja se había evaporado. Ese es el motivo por el que el Nizhny está en semifinales: jamás se rinden (65-59, min. 33). Perasovic recurrió a la zona para recuperar la renta y la actividad defensiva y cortó la sangría a tiempo. Desquitándose de sus errores anteriores, cinco puntos seguidos de Van Rossom volvían a hacer creer a la afición en la renta (74-62, min. 35).
Más si cabe con tíos como Ribas y Lucic. Curtidos en dos de las mejores canteras de Europa, les encanta la presión. Su salto de calidad desde el banquillo siempre es notable tanto en defensa como ataque y a ellos dos se les sumó un colosal Dubljevic para mantener una diferencia negociable para la vuelta (80-70, min. 37).
Los esfuerzos de Thompson y un triple de Antonov dejaron la renta final en los nueve que defenderá el Valencia Basket en Rusia. No tanto como en las otras eliminatorias, pero suficiente para no ir de vacío. Pudo haber sido más, pero ahí se queda (84-75, min. 40).
Ficha técnica:
84 – Valencia Basket (20+21+23+21): Van Rossom (9), Rafa Martínez (-), Sato (5), Doellman (16), Triguero (2) -cinco titular- Ribas (17), Lucic (7), Dubljevic (24), Lafayette (2) y Aguilar (2).
75 – Nizhny Novgorod (23+9+17+26): Khvostov (5), Baburin (6), Thompson (25), Antonov (5), Brezec (4) -cinco titular- Ivlev (3), Korobkov (14), Gubanov (-), Panin (-) y Rochestie (13).
Árbitros: Lamonica (ITA), Ziemblicki (POL) y Bissang (FRA). Sin eliminados.
Incidencias: partido de ida de las semifinales de la Eurocopa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 8.200 espectadores.