Chauvinismo ‘cañí’

Pero sí que es cierto que los periodistas españoles nos hemos pasado años rajando del chauvinismo francés. De cómo ponderaban el triunfo de sus deportistas y menospreciaban las gestas del rival. Años reivindicando a Perico ante Fignon, que Villalobos o Cargol eran mejor que Patrick Cham, y que sólo la suerte y un arbitraje del checo Christov privaron a España de hacer historia en el 84 ante la Francia de Platiní en el Parque de los Príncipes.

Bastó que años más tarde el deporte español permanezca ajeno al desastre de país que tenemos y nos han dejado, para comenzar a ganarlo todo y dar rienda suelta al chauvinista que todos llevamos dentro, y que llevaba muchos años esperando para ser desencadenado.

Si Nadal pierde un partido es por culpa de su rodillaSi Alonso no gana, es porque lleva peor cocheSi Brasil le pasa por encima a la selección Española es por el calor y porque han tenido un mal día.

Todo ello da por supuesto que si Nadal gana, su rival no pueda tener la rodilla afectada. Que si Alonso gana es porque su coche sea mejor que el de otros rivales. O que si España gana, un día sea el rival el que esté cansado. Es decir, los nuestros son siempre los mejores y nunca fallan. Y sí ocurre es por factores externos, que juegan en nuestra contra y nunca en la de nuestros rivales, cuando es el deportista español quien triunfa.

Vaya por delante que, futbolísticamente hablando, España ha hecho historia y tiene un nivel que algunos jamás soñaríamos poder haber visto. Pero le pierde el entorno. Ese entorno es el mismo que, cada año, proclama el advenimiento de ‘la Décima’, o quienes antes del España-Francia de octavos en Alemana 2006 titulaban con aquel infame «Vamos a jubilar a Zidane».

España ya había ganado la Confederaciones antes de jugarla. Ya se había comido a Italia en semis y pasado por la piedra a Brasil. Todo esto en batín y chanclasTotal, ¿quiénes eran esos? ¿Brasileños e italianos? ¡Ná! ¡No son nadie! Dos equipuchos semi-amateurs cuyos futbolistas militan en equipos de tercera, regional y preferente, y que entre ambos sólo suman 9 campeonatos del mundo

Brasil le pasó por encima a España como España lo ha hecho tantas veces con sus rivales. Sólo que nosotros lo hacíamos porque «somos los mejores y ya está»… Oiga, habrá que mirar si los futbolistas cumplen años, si el grupo necesita algún retoque o si a algún pelotero le pasó ya el tren de la camisa roja con la estrella en el pecho.

Más allá de que Arbeloa en la selección pinta lo mismo que Chus Lampreave en el Bar Coyote o de que Torres es un Raúl 2.0 (o si lo prefieren la versión moderna del gol de Marcelino), con la que algunos ven cubierta su cuota de poder mediático en la selección, creo que llega la hora de mirar si el grupo necesitará alguna reforma.

Y sobre todo será el momento de acordarnos de uno de los más grandes: Miguel InduráinEl navarro fue siempre admirado y respetado en el pelotón. Siendo uno de los más grandes, cuánto más ganaba, más humilde eraDeberíamos mirarnos en ese espejo.

Ojo, no confundamos la humildad con la ‘bajona’ por la goleada. Que si vamos a la ‘bajona’, aún me dura a mi lo del anuncio de Aurgi

 

Manolo Montalt (@ManoloMontalt)

Director de la Taula Esportiva de Radio Nou

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