Mientras Mercedes, Renault o Ferrari marchan a toda máquina trabajando para conseguir un propulsor lo más competitivo posible, Honda, que volverá a la Fórmula 1 en 2015, se lo toma con más calma sabedores de que mientras sus rivales tienen que entregar el diseño definitivo de sus mecánicas a la FIA antes del 28 de Febrero, ellos podrán probar y desarrollar su propulsor con total libertad, ya que oficialmente aun no pertenecen a la categoría reina del automovilismo.
Los motoristas que correrán el Mundial en 2014 se muestran preocupados ante esta situación, pero el director de Honda Motorsports, Yasuhisa Arai, piensa que más que una ventaja es un inconveniente puesto que: «Nosotros sólo seremos capaces de observar, no podemos estar físicamente en la pista para ver los problemas».
A pesar de estas declaraciones, los jefes de equipo lo tienen claro, y Stefano Domenicali ha declarado que se estuvo trabajando codo con codo con el resto de escuderías intentando encontrar una solución satisfactoria y ecuánime: «Hablamos largo y tendido con los otros motoristas, pero no hemos encontrado una solución. No podíamos forzar a Honda a congelar su motor porque aún no se ha registrado en la F1 y, sobre todo porque una actitud de cierre alejaría a cualquier otro fabricante que pudiera estar interesado en los grandes premios».
«Nos damos cuenta de que los japoneses podrán disfrutar de una gran ventaja, al ser capaz de adaptar su motor en función de los problemas que se registraran durante de la temporada, pero no hemos sido capaces de hacer nada».
Lógicamente cada uno defiende sus intereses, y a estas alturas es difícil analizar si los japoneses realmente obtendrán una ventaja de esta situación, pero a pesar de todo no dudo al afirmar que Honda regresa a la Fórmula 1 para ganar.