Con la llegada de Lucas Alcaraz se ha implantado un modelo totalmente nuevo en el Levante. Un sistema de trabajo que va mucho más allá de dos horas diarias de entrenamiento. El andaluz trabaja para que sus futbolistas adquieran los conceptos lo antes posible de cara al partido contra el Almería del próximo domingo.
El martes comenzó el equipo a entrenar por la mañana. Fueron más de dos horas de sesión, terminaron a eso de la una y cuarto. El técnico se quedó a comer en la misma Ciudad Deportiva junto a su cuerpo técnico. Después, el andaluz permaneció en Buñol trabajando en solitario. El máximo responsable del cuerpo técnico se encerró en su despacho hasta pasadas las nueve de la noche.
Un día después, el miércoles, la agenda del entrenador fue muy parecida. Después de dos horas de entrenamiento, Lucas Alcaraz se fue a comer con Manolo Salvador como informamos en VLC News. Tras la reunión, presenció el partido del filial junto al director deportivo y justo cuando terminó la primera se volvió a encerrar en su despacho hasta bien entrada la noche.
En la sesión matinal del miércoles, ya en el Ciutat de València. El Levante terminó de entrenar a eso de la una del mediodía. Pero no lo hizo Lucas Alcaraz, cuando todos los futbolistas se marcharon y el vestuario se vacío por completo, el técnico se volvió a encerrar en su despacho. Allí estuvo trabajando un par de horas hasta que, más tarde, se marchó a comer.
En todo ese tiempo, Lucas Alcaraz se encarga de preparar los vídeos del rival, de corregir los errores que el Levante tuvo en el último envite en Vigo. Elabora informes para después mostrárselo a la plantilla. Además también prepara minuciosamente los extenso entrenamientos de cada día. Todo para que el equipo pueda trabajar con un mismo objetivo, salvar la categoría.
Es indiscutible el número de horas que Lucas Alcaraz le dedica al Levante. El entrenador tiene claro que su labor no termina cuando concluye el entrenamiento. Una faceta del nuevo mister que gusta y mucho al director deportivo del equipo, Manolo Salvador.
Foto: Jorge Ramírez / Levante UD