‘Memín’, el vacante factor diferencial

Una vez se consume la operación, Dorlan Mauricio Pabón Ríos, conocido en su país natal como ‘Memín’, reforzará a sus 25 años la nómina de delanteros del Valencia para abrochar el mercado estival de altas. El exjugador de Envigado, Atlético Nacional, Parma, Betis y, en breve, de Monterrey, e internacional con Colombia, es la explosión hecha futbolista.

Su arrancada superba, cuya aceleración en los primeros metros le hace superior al resto de mortales, es el factor diferencial del antioqueño, lo que le califica como arma para abrir la lata, romper defensas y batir líneas. Dorlan es un punta polivalente, capaz de adaptarse a cualquiera de las líneas de ataque, con vocación netamente ofensiva, lo que le descarta de un erróneo rol de centrocampista de banda, pues su disciplina táctica vive alejada del sacrificio defensivo exigido para tal demarcación. Tampoco es un ‘9’ al uso, de referencia estática en el área, ni un clásico extremo anclado a la línea de cal. Es un ente atacante anárquico, autónomo e individualista por defecto.

El de Medellín, velocista tanto al hueco como tirando diagonales, articula todo su potencial en un juego vertical y agresivo, optando siempre por el camino más corto para llegar a meta, ya sea apuñalando a su par y emprendiendo la directa o haciendo uso de un violento y certero disparo a media distancia y desde casi cualquier trayectoria, encañona sin pestañear. Regatea y desborda en el uno contra uno sin remilgos y con suma facilidad, no exento de calidad para asociarse con suficiencia -la pared en la frontal dirección área es su predilección- y con una ratio partidos/goles plausible para no tratarse de un goleador nato. Asimismo aseguran que es un chaval muy profesional, centrado y se entrega al 100% en el césped.

Sus contraprestaciones son la sobreexcitación en sus acciones, suele ir pasado de revoluciones, libera una alta carga de energía en cada movimiento, lo que a veces merma su capacidad de definición cuando esta requiere de una resolución técnica, de nivel, no tanto cuando escoge el golpeo de empeine, donde suele ver puerta. Otra es su obcecación por protagonizar la finalización de las jugadas, excediéndose en el uso de su notable recurso del tiro a puerta, desechando otras alternativas de juego quizá menos directas y más colaborativas. Y por último, su parcial dependencia del espacio, del contragolpe, caldo de cultivo donde el colombiano saca petróleo a sus virtudes, lo cual, en principio, no concuerda con la propuesta de Djukic.

Destripadas sus características futbolísticas, el clima de ansia viva instaurado entre la afición por desvelar el nombre del elegido, del escogido -estado generado por el propio club al filtrar con cuentagotas, y potenciado por las infructíferas cábalas de los MMCC-, ha provocado una reacción mayormente de insatisfacción y desencanto, no les llena Pabón. Lógico si nos atenemos a los delanteros de corte mediático y prestigio mundial que se fueron citando día a día, alimentando la ilusión -a la par que el desasosiego- de la parroquia valencianista. Pero las habichuelas no daban para más.
A mí me parece desmedido ese sentir sobre el hipotético fichaje, más si cabe sin apenas tocar suelo valenciano. El colombiano vendría a sumar, a ocupar la vacante de pieza desequilibrante y rompedora arriba, si bien hay que tener meridianamente claro su perfil y sus cualidades para no caer en falsas esperanzas.

Cumple a rajatabla con el último guion, donde ya se advirtió que no se podría acometer una operación de calado por una estrella o similar, y llega con el nada despreciable aval de haber tenido un papel destacado en nuestra liga, rendimiento y adaptación inmediata mediante. La dirección deportiva es sabedora del riesgo de esta incorporación, por precio y expectativas, aunque estamos ante un futbolista cuyas aptitudes le hacen susceptible de levantar Mestalla, aumentar registros ofensivos y crecer su caché y valor de mercado.

Podemos encontrar semejanzas con el petiso y fustigarnos pensando en un nuevo caso Piatti, o pasarnos horas visualizando videos de recopilaciones selectas y autoconvencernos que será el ‘Piojo’ 2.0, aunque puede quedarse a medias y cubrir las necesidades por las que el club se ha lanzado a por él. Es la indefectible contingencia de toda inversión, aquí y en Tegucigalpa. Ya habrá hora de valorar, enjuiciar y pasar factura. A priori, mimbres de jugador sugerente.

 

Mario Selma (@vcf_blog)

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