Orgullo de campeón

Y como de superhéroes va la cosa, anoche uno llamado Dwyane ‘Flash’ Wade fue el que se erigió en el líder de los Miami Heat para poner el 2-2 en la final de la NBA 2013. Sus 32 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias y ¡6! robos de balón fueron la guía que necesitaban sus compañeros para volver a la vida en una eliminatoria que se había complicado sobremanera tras la paliza recibida el pasado martes.

Pero Wade no estuvo sólo, la magnífica actuación coral de los de Florida se completó con un primer partidazo, sobre todo en anotación, del MVP Lebron James que se fue hasta los 33 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias junto al ‘doble-doble’ de Chris Bosh -20 puntos y 13 rebotes-. El ‘Big Three’ en todo su esplendor, en el día y a la hora señalada en una final NBA que estaba empezando a cobrar importancia gracias a los secundarios.

La noche comenzó con la primera sorpresa en forma de titularidad de Mike Miller en los Heat. Su excelente racha de triples y la necesidad de un cambio que reactivará a su equipo obligó a Spoelstra a buscar soluciones contra unos Spurs que tenían tocado a Tony Parker. Durante la primera parte el francés ni lo dejó intuir -15 puntos y alguna que otra canasta de clase mundial-, pero en el segundo tiempo se quedó sin anotar, un ‘apagón’ que mató a un equipo tejano que además también sufrió otra mala noche de Manu Ginóbili.

El argentino firmó un 1 de 5 en tiros de campo y no pudo ser el motor que su equipo necesitaba saliendo desde el banquillo. Los tiradores Green y Neal volvieron a estar acertados con un 6 de 9 en triples entre los dos, pero ni mucho menos fueron el factor desequilibrante del tercer encuentro.

Tal vez sabedores de que Parker no aguantaría mucho, y con la urgencia de evitar el 3-1 en contra, esta vez Miami Heat salió con una actitud más agresiva sobre la pista que se acabó traduciendo en menos pérdidas de balón -9 contra 18 de los Spurs- y victoria en el rebote -41 contra 36-, armas que hasta el momento inclinaban la balanza del lado tejano.

Hasta el tercer periodo ambos equipos se fueron devolviendo parciales que mantuvieron la igualdad en el cuarto partido de la final NBA 2013, pero a partir del último la constancia y calidad del trío de estrellas de Miami fue insoportable para los mermados Spurs, en lo físico y en lo táctico, arrasados en su cancha y viviendo en sus carnes la furia del campeón. En la memoria colectiva de todos estaba la derrota de los Heat contra Dallas Mavericks, otro equipo de Texas, en la final de hace dos años, pero ya hemos dicho que los superhéroes recuperan el valor cuando más lo necesitan y de eso Wade sabe un rato. Que le pregunten a Nowitzki y compañía en la final del 2006…

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