El entorno del futbolista tenía claro que el jugador saldría del equipo si Juan Ignacio Martinez seguía al mando del banquillo granota. Con la llegada del nuevo técnico, el valenciano volvía a tener la esperanza de ser importante en el club. Pero la dirección deportiva ha firmado a un nuevo futbolista en su posición, Sergio Da Silva, lo que complica más si cabe las opciones de la «Tanqueta de Alaquas».
Si tomamos como referencia el once del Levante en los últimos años, jugarían dos pivotes defensivos. Lo que significa que de los cinco centrocampistas con los que cuenta Joaquín Caparrós ten solo jugarían dos. La pareja titular la formarían Iborra y Diop, incuestionables. Por detrás, el portuges Sergio ha llegado con la intención de ser un jugador competitivo en el equipo. Y Simaõ Mate, tras una media temporada de adaptación, quiere tener regularidad en el equipo. Demasiada gente para tan solo dos competiciones, Liga y Copa del Rey.
El último de la fila seria Pallardó, que tiene más que complicado no solo hacerse un sitio en el once, sino también en la convocatoria. Al valenciano le resta un año de contrato con el Levante y una nueva temporada en blanco haría mucho daño a su carrera deportiva. Antes de comenzar la pretemporada los agentes del futbolista tuvieron una reunión con el club donde no se habló de Pallardó más que para confirmar que el futbolista haría la pretemporada de forma normal con el equipo.
Cuando resta menos de un mes para que comience el Campeonato Nacional de Liga, parece un buen momento para que el club o los agentes del jugador, los hermanos Toldrá, encuentren un destino para el jugador. Una opción buena para el futbolista, que disfrutaría de minutos, y también para el club granota, que se ahorraría una de las fichas de la primera plantilla.