Toni, Pénev, Pedja… El Valencia

Llegó con un pantalón tan apretado a su presentación que ni Ana García Obregón en sus mejores tiempos. Todavía me preguntó como podía respirar el pobre. Salió de la misma -de la presentación- y preguntó, con una timidez tremenda, dónde había una cabina de teléfono y llamó a sus padres emocionado. Le acompañamos y le marcamos los números porque no sabía cómo poner el prefijo.

Era uno de los fichajes estrella del Valencia esa temporada. Venia del Brasil, Toni era su nombre, ‘Lambada’ fue su mote y ese dia no pasaría por un estudiante de COU que salía al patio o a tomar unas cervezas con los amigos.

Otros fueron distintos. Uno se presentó con una camisa que ni Paquito Clavel llevaría a un programa rosa. Lo que ocurre es que era tan extravagante como magnífico futbolista. Ese era Mijatovic. Pese al odio granjeado posteriormente, un tipo genial, muy bueno.

El mas arisco llego con la chulería divertida de los buenos futbolistas. Provocador, soberbio pero uno de los mejores ‘nueves’ de la historia del club. Hablo de Luboslav Penev. Grande en el campo y luchador fuera, un ejemplo de pelea contra la enfermedad.

Lo más serios lo son siempre. Importante, honrado, educado, tímido pero muy del club. La presentación de Bossio fue la de un tipo que sabíamos se quedaría entre nosotrosOtros, exóticos por su nombre, se granjearon el aprecio de la ciudad aunque su futbol distase de las pretensiones iniciales. Rubén Darío Ciraolo, por ejemplo: mucho nombre, futbol honrado e imagen familiar.

Eran presentaciónes en familia, sin tonterías: foto, puesta de largo y salida al césped de Mestalla. Los periodistas en el césped y mil comentarios. Será bueno, un paquete…

Se ha perdido identidad, es verdad, y también un poco de romanticismo. Vendemos el producto a trozos sin importar el global. Con ‘powerpoints’ tan fríos como innecesarios, con imágenes repetidas mil veces y tonterías como la de besarse el escudo y demás parafernalia barata.

Hoy arranca el nuevo Valencia de Amadeo Salvo, sin muchas novedades. Siempre son días de ilusión, de valencianismo. Esta vez arrancan sin tímidos, ni chuletas, ni horteras, ni señoritos, ni del pueblo. Arranca sin mucha identidad, porque el futbol ha perdido identidad. Demasiados intereses encontrados y demasiado buitres buscando presa.

Hoy me siento mayor pero feliz. Mayor por el lógico paso del tiempo y por las responsabilidades, y feliz por poder contar con nostalgia el fútbol que enamoró a mi generación. No era el mas glamouroso del mundo, es cierto, pero era honrado, romántico y sobre todo era el nuestro.

 

Carlos Egea (@cegeavivo)

Periodista TVV

Ir arriba