Aznar: «Abrochar» las autonomías

Era el 25 de abril de 2000 y José María Aznar, que había ganado las elecciones con menos holgura que la vez anterior pero estaba en disposición de gobernar, pronunció su discurso de investidura. Y en él podemos encontrar, entre otras varias ideas interesantes, este enunciado:

“El Estado de las Autonomías es una realidad plenamente asentada. España se ha convertido en uno de los países más descentralizados del mundo. Las Comunidades Autónomas están prestando ya servicios públicos, entre otros la educación y la sanidad, que contribuyen de manera determinante a la calidad de vida de los ciudadanos. Nuestra obligación ahora es hacer que el Estado de las Autonomías funcione cada vez mejor, con arreglo a sus principios inspiradores”.

Esta fue la primera idea expuesta por el presidente conservador, que acto seguido ligó con esta otra, referida a que cada autonomía asumiera su responsabilidad: ante sus ciudadanos, de un lado, y ante la construcción del proyecto común de España, de otro. “Estamos concluyendo el proceso de transferencias—dijo–. Estamos ya en una nueva etapa en la que debemos poner el acento en la asunción plena de las responsabilidades de cada cual, en la cooperación, en las propuestas de cohesión territorial, en la mejora del modelo común. Sólo así podremos cumplir las misiones que corresponden a los poderes públicos al servicio de los ciudadanos”.

Pero todavía tuvo tiempo José María Aznar para lanzar una tercera idea, especialmente interesante ahora, cuando tanto se habla de la financiación autonómica. “El Gobierno, si obtengo la confianza de la Cámara, se propone reforzar los órganos de cooperación entre el Estado y las Comunidades Autónomas, en particular las Conferencias Sectoriales”, dijo Aznar. Y añadió: “Asimismo, promoverá un Pacto entre todas las fuerzas políticas parlamentarias y las Comunidades Autónomas para dar estabilidad al modelo de financiación autonómica”.

Han pasado trece años desde que José María Aznar pronunció aquellas palabras. Y tal parece que la casa sigue sin barrer. Es decir que Aznar no pudo o no quiso hacer lo que se proponía. Y que nadie, desde luego, lo ha hecho después de él. Tanto es así que el propio José maría Aznar ha tenido que explicar lo ocurrido. En su reciente conferencia en el Club Siglo XXI podemos encontrar una fuerte acusación, dirigida al PSOE y los nacionalistas.

“El compromiso sobre el modelo autonómico –ha dicho Aznar en 2013– fue utilizado para desbordar el funcionamiento del Estado. Se pretendió erosionar la soberanía nacional y las instituciones, y se trató de legitimar sucesivas versiones del secesionismo. Mientras países como Alemania corregían su sistema para hacerlo operativo, en España íbamos en sentido opuesto”.

Por eso mismo, Aznar, a la hora de elaborar propuestas, estableció, entre otras, la siguiente: “Estabilizar definitivamente la estructura territorial, de modo que, garantizando la unidad nacional tanto como la autonomía, se supere el vaciamiento creciente de lo común y se asegure la igualdad de oportunidades, la igualdad de derechos y la solidaridad de todos los españoles. Es hora de incrementar la racionalidad organizativa y económica del modelo territorial, tanto en lo que se refiere al Estado Autonómico como a los entes locales”.

Otra medida propuesta ahora por el expresidente Aznar es la de la contracción de las administraciones públicas. Once años después de su discurso del año 2000, Aznar dice:

“Reducir el tamaño de las Administraciones públicas, restablecer la estabilidad y el control presupuestario de todas ellas, garantizar la unidad de mercado y su correcto funcionamiento, y ordenar eficientemente el reparto de competencias, parece hoy indispensable para consolidar el Estado de las Autonomías. Y habrá que instrumentar para ello los cambios normativos que resulten precisos”.

PUCHE

Ir arriba