Coworking en solitario

 

 

El concepto del coworking parece no despegar en Valencia, al menos tal cual se conoce en las esferas del emprendimiento y del trabajo en común. En teoría es una empresa que pone al servicio de emprendedores, empresarios o pymes diferentes espacios para compartir entre dichos profesionales con la finalidad de ahorrarse costes y ejercer su propia actividad, además de enriquecerse de los conocimientos y experiencias de los diferentes ‘coworkers’ y crear conjuntamente nuevos proyectos.

En los últimos años se ha potenciado la creación de estos espacios compartidos para profesionales autónomos, aunque muchas empresas han aprovechado el tirón del movimiento y están ofreciendo el alquiler de oficinas individuales donde el emprendedor puede ejercer su actividad y ya está, es decir, dan la posibilidad de compartir despachos como se ha hecho toda la vida. A estos espacios no se les puede llamar coworking ya que tienen como único objetivo ahorrarse costes sin la necesidad de que el empresario interactúe con nadie más. 

Esta tendencia ‘disfrazada’ y presentada como verdaderos espacios de coworking está siendo fuertemente criticada por los gerentes de distintos espacios de cotrabajo de Valencia. No hay que olvidar que además de ahorrarse gastos al compartir una misma mesa de trabajo, existe detrás del coworking un importante factor humano basado en la interrelación de los profesionales y la creación de proyectos entre los coworkers. Y ahí está realmente el verdadero valor añadido de esta filosofía empresarial.

Otro de los factores que está retrasando la implementación con éxito de estos espacios es la propia mentalidad de los emprendedores valencianos, ya que la idea de trabajar en espacios abiertos con más personas y de diferentes áreas ha costado de cuajar, aunque parece que en los últimos meses está empezando a despegar. Así nos lo cuentan.

“Hace tres años abrí Coworking Valencia con el objetivo de ofrecer un mismo espacio a diferentes personas en distintos momentos”, asegura a VLC News la gerente de Coworking Valencia, Rosa Montesa, quien añade que en la actualidad gran parte de los interesados en alquilar un espacio lo que realmente buscan es tener un lugar donde trabajar para ahorrarse costes más que para compartir dicho espacio y no les importa enriquecerse de los distintos perfiles profesionales de sus compañeros ni crear proyectos juntos. “Cuando les hablo de precios me responden que por ese coste se van a otro sitio». Asimismo Montesa admite que las instalaciones las utiliza para la celebración de eventos y hay días que los coworkers no pueden venir, además éstos no pueden dejar sus cosas en las instalaciones. «No somos un espacio de coworking tradicional, pienso que el concepto puede adaptarse de la forma que el empresario quiera», añade.

Aún así, Rosa cuenta con una clientela estable y de confianza que tras trabajar juntos han creado diferentes proyectos de éxito. “No puedo ofrecer un precio estándar a los clientes, según las necesidades de cada uno llegamos a un acuerdo”, admite la gerente. Así, las instalaciones se pueden utilizar tanto para reuniones de trabajo, presentaciones de proyectos, realización de entrevistas de trabajo, como para la organización de talleres de formación.

“En Valencia ha despegado tarde los espacios de coworking, sobre todo a partir de este último año. Hasta ese momento los clientes venían buscando despachos individuales para ejercer su actividad para ahorrarse costes, les costaba hacerse a la idea de trabajar en una misma mesa con personas que no conocían.” asegura Rubén de Navarro, gerente de Cowork Inside y Coworking Valencia San Vicente.

Navarro reconoce que como empresario el negocio del coworking es rentable sólo con una ocupación alta y a largo plazo ya que las cuotas son muy pequeñas. “Si todo va bien en un plazo de dos años recuperas la inversión”. Hace pocos meses Rubén ha abierto otro espacio de cotrabajo, Coworking Valencia San Vicente, un espacio más moderno que Cowork Inside. En ambos locales tienen variedad de tarifas, tiempos de ocupación y espacios. Así, además de un espacio abierto y compartido también disponen de despachos cerrados para dos o tres personas. Los primeros tienen un coste aproximado de 150 euros y el coworker puede hacer uso de todas las instalaciones además de tener una estantería propia. Los segundos, rondan los 400 euros y son para los más reacios a trabajar con mucha gente.

“Nuestra filosofía es fidelizar clientes y realizar proyectos en común, de hecho han surgido empresas a partir de diferentes empresarios, por eso no nos gusta alquilar las instalaciones por horas o días sueltos, porque en estos casos no hay sinergias”, admite el gerente.

Desde Coworking Gestión Valencia nos cuentan que en los últimos meses ha crecido notablemente tanto la demanda de los coworkers, como la oferta de espacios. En la actualidad la ocupación del local es del 80% y la cuota es de 200 euros al mes con derecho a todo, es decir, conexión a Internet, zona de reuniones, máquina de agua, limpieza, armario propio además del espacio propio en si.

“Nuestro espacio no es muy transitado, no viene muchas personas nuevas, no somos coworking al uso, buscamos personas que se queden tiempo para tener unos ingresos fijos”, aseguran las mismas fuentes.

 

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