El emprendimiento, la nueva fiebre del oro

 

De nuevo me toca hacer de “malo”, y advertir sobre algunos de los peligros de la época que estamos viviendo. Como si de una mala película del oeste se tratara, los pioneros-emprendedores huyen de su vida actual en busca de la promesa de algo mejor… pero ¿encontrarán oro?

A día de hoy cada vez más personas se plantean el emprendimiento como una huida hacia adelante, como la única salida de la actual situación… algo francamente peligroso de lo que hemos hablado largo y tendido. Y toman esa decisión a raíz de unas esperanzas (nada realistas) que les han inculcado políticos, medios de comunicación y dios nos perdone, profesionales del sector.

Porque a algunos nos ha pillado esta nueva fiebre del oro con el pie cambiado. Hemos pasado de una situación donde nos esforzábamos por “vender” las bondades del emprendimiento, porque el fracaso estaba absolutamente mal visto, y donde emprender era lo que se hacía mientras no se encontraba un trabajo “de verdad”… al otro extremo. Ahora nos cuenta todo el mundo que emprender es sencillo, que sin apenas dinero y con muchas ganas todo saldrá bien… y claro, a los que siempre hemos defendido el emprendimiento nos toca hablar de sus peligros.

Y esta situación me preocupa. Porque me recuerda mucho al viejo oeste y su fiebre del oro, donde valientes pioneros se iban con lo puesto y lo arriesgaban todo por un sueño, por la promesa de una vida mejor. Y como ya sabemos, la mayoría moría con su familia por el camino o, en el mejor de los casos, simplemente cambiaba de sitio su miseria.

Entonces ¿por qué hay tanta gente confabulada para intentar vendernos el emprendimiento como la cura de todos los males, como ese crece-pelo mágico hecho con aceite de serpiente?

Pues la respuesta es compleja, y hay muchos intereses y dinero en juego: por un lado tenemos a nuestros queridos políticos, que han leído que el emprendimiento es lo que ha ayudado a plantar las semillas de sociedades prósperas como la de Estados Unidos o la de Israel… y quieren su trocito de cielo.

Y aunque no van en absoluto desencaminados, hace falta tiempo y madurez. Si intentas regar una planta para que crezca en 1 semana lo que debería tardar 1 año en crecer, lo normal es que la planta muera. El emprendimiento, como siempre digo, no es la respuesta a esta crisis… sino a la siguiente.

Y por otro lado tenemos al resto de actores relacionados con el ecosistema emprendedor: aceleradoras, incubadoras, centros de coworking, gestorías, abogados, “expertos” y demás, que surgen como setas tras una tormenta. Y eso que entre ellos hay muchos muy buenos, que realmente son claves para el futuro de algunas startups y cuyo papel es clave en la maduración del ecosistema emprendedor de España….

Pero también están los otros. Los oportunistas que han visto en el emprendimiento una nueva ola a la que subirse, una nueva fiebre del oro. Que sin tener apenas idea o experiencia sobre el mundo del emprendimiento se postulan como la solución a todos los males, como el famosos crece-pelo de aceite de serpiente. Que intentan aplicar lo mismo que hacían con empresas consolidadas con startups, que venden “planes de empresa”.

Y claro, pasa lo que pasa: el emprendedor novato es el que acaba sufriendo mientras ellos siguen teniendo carnaza con la que comer. Ya se sabe.

Durante la fiebre del oro los que se forraron no eran los buscadores de pepitas de oro, sino los que vendían palas

Y no me malinterpretéis, en muchos casos esta falta de experiencia es completamente normal y los errores en absoluto malintencionados… pero el efecto es el mismo: La muerte (o el nacimiento) innecesario de una startup.

Aún así no me preocupa. Es el signo de los tiempos, y algo habitual en épocas expansivas en las que una nueva tendencia o moda se asienta. Y como tal pronto viviremos una época de consolidación, en la que desaparecerán la mayoría de los actores que no aportan valor en el mercado. Ha pasado en otros lugares, y aquí también pasará-

Así que la próxima vez que alguien te intente vender una pala especial para buscar oro o un crece-pelos mágico hecho con aceite de serpiente…. que primero te demuestre que realmente funciona.

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