El presidente del Comité Económico y Social (CES), Marcos Peña, ha advertido este jueves de que la crisis económica ha acentuado las divergencias entre las comunidades autónomas, llegando al punto de que entre una región y otra puede haber «el doble de riqueza».
Así lo ha afirmado a los periodistas, tras inaugurar en Valencia la jornada «Nueva gobernanza económica en la Unión Europea y crecimiento», donde ha destacado que una autonomía «puede estar en el 70 % del PIB y otra en el 140 %«, una divergencia, a su juicio, «grave». Peña ha considerado que la financiación autonómica «debe orientarse, además de la suficiencia, al mantenimiento de la cohesión territorial».
Ha explicado que durante mucho tiempo, España había logrado mejorar los niveles de convergencia de los distintos territorios españoles, así como de éstos con la Unión Europea, pero ha lamentado que en estos momentos, la divergencia se empieza a notar cada vez más.
Peña ha afirmado que las comunidades que han «sufrido más» y en las que ha empeorado la situación son aquellas que tenían «mayor presencia de servicios no especializados y de la construcción», entre las que ha citado a la Comunitat Valenciana y Andalucía.
Sin embargo, ha manifestado que la Comunitat está registrando unos datos «más positivos de lo que se podía esperar» en cuanto a la evolución del desempleo y al crecimiento de empresas e inversiones, y su deseo es que esos datos «se consoliden, sigan y se fortalezcan».
«Ha llegado el momento de dejar de sufrir un poquito», ha defendido Peña, quien ha indicado que la financiación autonómica «tiene que orientarse, además de la suficiencia, al mantenimiento de la cohesión territorial, que es requisito básico para la cohesión social, que a su vez lo es para la eficiencia».
El presidente del CES afirmado que la institución que preside no tiene un modelo de financiación, «ni siquiera una opinión fundada» al respecto, pero ha indicado que sus reflexiones están orientadas hacia la cohesión social y territorial, y a que la financiación promueva esa cohesión.
«Eso para nosotros es esencial», ha dicho, como también lo es que la negociación de esta cuestión «no puede ser bilateral», y ha esperado que el hecho de que la reforma del modelo no se aborde hasta 2015 no incremente esas desigualdades, porque, a su juicio, «la desviación no es solo un problema presupuestario, sino también estructural».