Ford, GM y Chrysler podrían incorporar el “start-stop” en todos sus modelos

Los tres grandes fabricantes de coches de Estados Unidos (Ford, General Motors y Chrysler) trabajan mano a mano en un proyecto para desarrollar una batería híbrida cuya base es un ultracapacitador (dispositivo para almacenar energía) de ión litio pensada para coches no eléctricos, según informa la revista Forbes.

La intención de los fabricantes es sustituir las baterías tradicionales por estas de nueva generación que, entre otras cosas, permitirán que todos los coches salgan de las factorías con el sistema “start-stop”incorporado, un tema fundamental a la hora de reducir la media de emisiones. La nueva batería funciona en condiciones de temperatura muy extremas (entre -40°C y +65°C) y puede durar hasta diez años operativa.

De momento, el proyecto cuenta con un presupuesto de 2,6 millones de dólares, que pone el Departamento de Energía de los Estados Unidos, dado que esta nueva fuente de energía puede reducir, se especula, hasta un 50% las emisiones de un coche.

El proyecto durará unos dos años, y se espera tener un prototipo de batería en menos de un año.

La batería será mejor, pero no forzosamente más cara. Sus desarrolladores calculan que pueden costar unos 200 dólares, mientras que una batería tradicional estaría en una horquilla de entre 150 y 200.

GM espera que para 2019 la mayor parte de los coches que se fabrican en los Estados Unidos ya incorporen la tecnología “start-stop”. Es cierto que muchos modelos ya lo incorporan, pero usan para funcionar baterías convencionales, menos eficientes

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