Las expresiones violencia vial, violencia vehicular o conducción agresiva hacen referencia a una serie de acciones cometidas por automovilistas y que son motivadas por disputas con otros conductores o peatones, derivadas de problemas de tráfico como congestiones vehiculares en hora punta, factores que hacen explotar la ira o enojo de quienes se ven involucrados en ellos.
“Un vehículo en las manos de un conductor violento tiene el mismo efecto que una pistola en las manos de un asesino…”
La violencia vial o conducción agresiva se considera normalmente como una reacción de impaciencia o egocentrismo vinculada a determinadas situaciones del tráfico o a determinadas acciones de otros conductores o peatones, las cuales son percibidas por el individuo en cuestión como agresivas o desmerecedoras respecto de su pericia en la conducción.
La violencia vial es también consecuencia de una sociedad invadida de estrés cotidiano, que afectan a los individuos ocasionándoles ansiedades o frustraciones que los colocan en seres con actitudes defensivas en todo momento hasta llegar al extremo de violentar a otros.
Principales manifestaciones
Las principales manifestaciones de violencia vial o conducción agresiva son las siguientes:
- Aceleraciones bruscas y arriesgadas.
- Amenazar con una cercanía potencial de choque entre un coche y otro.
- Entradas y salidas rápidas de la calzada.
- Formar congestión vehicular bloqueando accesos de autopistas o arterias importantes.
- Tocar la bocina del automóvil excesivamente.
- Gestos obscenos con las manos.
- Amenazas y exabruptos verbales.
- Agresión física al automóvil de otra persona con objetos como palos, piedras, o con las mismas manos.
- Peleas físicas en plena vía a mano limpia o con armas.
- Amenaza con arma de fuego.
- Llevar a cabo una persecución para cobrar venganza por una provocación.
Los grados de una conducta agresiva
Fases | Actuaciones |
Primera fase: El objetivo es que el otro conductor se sienta mal, realizando un ataque moral | Ridiculizar, blasfemar, insultar, realizar gestos inapropiados o muecas. |
Segunda fase: Se mantiene el objetivo pero se deteriora el razonamiento | Se incrementan gradualmente las características descritas en la primera fase, se comienza a perder la conciencia racional. |
Tercera fase: Se provoca directamente al otro conductor | Se le acosa (se le hacen luces, se irrumpe en la trayectoria de su vehículo, se produce una detención abrupta frente a su vehículo…) |
Cuarta fase: Se agrede físicamente al otro conductor | Desaparece la autocontención y se deja paso a la violencia verbal y física hacia el otro conductor. |
Consecuencias
Los casos más extremos terminan en lesiones físicas de distinta gravedad. Para prevenir posibles agresiones, muchos conductores optan por bloquear las puertas de sus vehículos mientras conducen en congestiones vehiculares.
La violencia vial está considerada un delito grave, ya que se pone en peligro la integridad física de las personas; sin embargo, las penas que reciben los agresores son de grado menor, como multas o presidio leve, a no ser que existan lesiones a terceros o en el caso de lesiones fatales u homicidios.
Para evitar ser víctima de un conductor agresivo es importante que sigas estos consejos:
- 1. No te mantengas en su camino, retírate lo antes posible y, si lo ves conveniente, detente y déjalo marchar.
- 2. Deja tu orgullo de lado y no lo desafíes. Que nunca piense que estás compitiendo con él.
- 3. Intenta evitar en todo momento el contacto visual. Mirar a un conductor violento puede hacer que se enfurezca más
- 4. Ignora todos los gestos que te pueda hacer. Esto incluye “pajaritos” y demás gestos.
- 5. Denuncia a este tipo de conductores. Si vas con un pasajero, puedes decirle que lo grabe todo en vídeo o llamar a la policía.
Este tipo de comportamiento agresivo al volante se denomina Violencia Vial y es un conducta que supone un grave riesgo en para la circulación. Por ello, según la Ley de Seguridad Vial está penada con una sanción económica y con la pérdida de seis puntos según Autobild
Además, el Código Penal considera delito “conducir con temeridad manifiesta” y está penado con la retirada del derecho a conducir, penas de prisión e importantes multas económicas. Como puedes ver, en la carretera lo más importante es mantener la calma y ser solidario con el resto de conductores.