Apple retiraba ayer el velo de lo que la compañía consideraba que debía ser un smartwatch. El dispositivo, que finalmente se llamará Apple Watch, vendrá en dos tamaños, tres tipos de metales en dos colores distintos y hasta seis correas con diferentes colores. A diferencia de otras compañías que apuestan por un único modelo, queda claro que Apple apuesta por la variedad para atraer a un público muy amplio. Y alejado del estereotipo de smartwatch orientado al varón aficionado a la tecnología, el cual, dicho sea de paso, es un mercado muy reducido.
Aún es pronto para juzgar el dispositivo por su apariencia. Pero lo que sí vimos ayer es que Apple ha incorporado bastantes elementos que acercan su nuevo dispositivo a la moda. No una efímera y que caduca cada temporada sino una que pretenden perdure en el tiempo.
Pero el verdadero reto que aún tienen por delante todos lossmartwatches incluyendo a este es demostrar su utilidad. Responder a la pregunta que se harán los consumidores regulares de “¿Qué puede hacer este dispositivo por mí?”. Y es a esta pregunta a la que la compañía de California ha dedicado una buena parte de la presentación. Para ello, Apple ha creadono una sino tres plataformas en una.
La primera de todas y también más obvia es la del deporte. Por el lado del hardware, una serie de sensores se encargarán de medir nuestro pulso, distancia recorrida, ritmo, velocidad y esfuerzo mientras tengamos el Apple Watch en nuestra muñeca. Gracias al software creado podremos registrar tanto nuestra actividad física diaria como las sesiones de gimnasio o de deporte exterior. Toda esta información será trasladada y registrada en nuestro iPhone. Esta plataforma bien podría ser un primer paso primitivo para acostumbrar al público a que una compañía comience a recopilar nuestros datos de salud. Las alianzas con hospitales de primera línea de EEUU nos lleva a pensar que esto es mucho más grande que un simple reloj cuantificador.
La segunda plataforma tiene que ver con los pagos móviles. El Apple Watch incorpora un chip NFC, una tecnología que por fin Apple se ha decidido a abrazar y que es el estándar actual en transacciones. En EEUU esta tecnología apenas acaba de empezar su expansión y han considerado que era el momento de dar el salto. Tal como lo planteaban ayer en la presentación, podremos pagar nuestras compras en establecimientos que ya están adaptados para el pago Contact Less. El sistema ApplePay será el encargado de gestionar los datos de nuestras tarjetas de una manera fácil, segura y privada.
Por último, la tercera plataforma ha sido la domótica. Mencionada de pasada en la forma de una app creada por una cadena de hoteles estadounidense, con ella podremos abrir las habitaciones del hotel sin necesidad de tarjetas. Ninguna mención a HomeKit ni un avance decisivo hacia la verdadera casa inteligente. Para ello, tendremos que esperar.
Estas tres plataformas constituyen los cimientos delsmartwatch de Apple. Su verdadero valor lo veremos con el tiempo y con las ideas que traigan encima de la mesa los desarrolladores. Estamos ante la versión 1.0 de un producto que al igual que el iPhone o iPad originales aún queda mucho por ver y demostrar. A partir de aquí, Apple hará lo que mejor sabe hacer: construir e iterar año tras año hasta conseguir un producto muy sólido.