Borinots indultats

Como todo el mundo sabe, hoy 19 de marzo día de San José, las Fallas de Valencia pegan fuego a sus monumentos. Pero no todos los “ninots” que forman parte de los mismos acaban reducidos a cenizas: todos los años se salvan de la quema aquellos que por su relevancia (belleza, ingenio, gracia, detalle, etc.) son indultados por el jurado. Además de estos magníficos ninots, en la Comunidad Valenciana podemos sentirnos orgullosos de tener también entre nosotros borinots indultats.

¿Y qué es un borinot indultat? Pues un político que después de haber sido condenado (por lo general no en una, sino en dos ocasiones, la instancia y la apelación) solicita formalmente el indulto al Gobierno de España para que le conmute o suprima la pena impuesta y no tener así que cumplirla. Es el caso, por ejemplo, del ex alcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, o el ex Presidente balear, Jaume Matas. Ambas perlas han solicitado formalmente el indulto para sus respectivas condenas, de tres años en el caso del primero por delitos de prevaricación y falsedad y de nueve meses el segundo, por tráfico de influencias. Influencia, de hecho, es lo que tienen para poder paralizar su ingreso en prisión, porque tanto en cuanto no sea resuelta la petición de indulto, la condena queda en suspenso.

Y si bien es cierto que todo el mundo tiene derecho a solicitar un indulto, también lo es que el indulto se concede por razones de “equidad o conveniencia social”, y siempre teniendo en cuenta “las consecuencias que haya de producir” en dichas circunstancias, tal y como señala la propia Ley que lo regula. ¿Creen ustedes de verdad que estos personajes merecen ser indultados, precisamente ellos que deben predicar con el ejemplo? Por supuesto que no. Pero lo realmente lamentable, lo que hace que me hierva la sangre, no es que estos señores soliciten el indulto, sino que sus compañeros de partido les respalden y apoyen la petición, tal como hicieron muchos diputados del PPCV en las Corts, donde firmaron un documento en apoyo al Sr. Hernández Mateo. ¿Para qué coño hay justicia entonces? ¿Y para quién la hay?

Este timo a la justicia social no es cosa nueva. Desde el año 2000, los distintos gobiernos del PP y del PSOE han concedido más de doscientos perdones a condenados por delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y cohecho principalmente. ¿Adivinan quién suele cometer estos delitos verdad? Pues evidentemente quien ostenta un cargo público. Nos queda el consuelo de que el Sr. Carlos Fabra, de confirmarse la sentencia que le condena a cuatro años de prisión por la comisión varios delitos fiscales, no vaya a solicitar el indulto, o al menos así nos lo hizo saber. Ya veremos qué pasa luego…

Y si bien parece que la Justicia empieza a revisar estas absurdas decisiones del Gobierno de turno, llegando incluso a anularlas, tal y como ha pasado con el indulto que le fue concedido al kamikaze de Polinyà, yo por si acaso esta noche me regocijaré viendo quemar en mi Falla a sus principales figuras: Merkel, Rajoy y Rubalcaba.

Vicente Boluda

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