Comunicar, no es dialogar

 

Comunico por doquier, con mis amigos, con mis familiares, con mis vecinos, con mi perro Rabín y hasta con el lagarto Juancho. Soy todo lengua y cuando llego a la empresa, sigo comunicando con mis clientes y empleados. Menudo poder de oratoria… y menudas cuerdas vocales. Pero comunicar, ya lo hacían hace muchos años las grandes empresas y hoy en día siguen muchas de ellas haciéndolo.. Pero la gran diferencia entre cantidad y calidad, es dialogar, entablar una conversación, comunicar, pero con dos vías, una de ida y otra de vuelta. 

El marketing ha comprendido, que comunicar es cuestión de dos. Ya no vale, decir todo lo bueno que tiene una empresa si esta no deja que su cliente opine, comunique, dialogue con ella. Ambos ganan en ese dialogo, los dos aprenden, uno del otro, la información circula y el producto o servicio se puede adaptar a las verdaderas necesidades de nuestros clientes. Un cliente es único, es mi amante, y por ello, debemos conocer lo que quiere, cuándo lo quiere, cómo lo quiere y cuanta más información mucho mejor, para los dos.

Se imaginan que tan solo comunicáramos. Yo hablo y tú escuchas. Y así hasta que dé media vuelta y desaparezca. Podemos ser dictadores de la comunicación, invadir espacios de radio, prensa o televisión, comunicando con nuestros grandiosos anuncios y con una publicidad unidireccional, pero al final, es saturar al cliente y no digo que no haya que hacerlo (comunicar), pero en su justa medida. Y no darle al cliente, la oportunidad de dialogar e interactuar con nuestra empresa, es perder una información valiosa y de primera mano.

 

Yo comunico

Tú comunicas

Él comunica

No.

Yo dialogo

Tú dialogas

Él dialoga

Si.

 

Hoy, con las redes sociales, el diálogo se ha vuelto mas fructífero y real que nunca. La figura del Community Manager, tan importante  en las empresas conectadas  con las diferentes redes sociales, tiene mucho que decir y mucho que comunicar y dialogar. Son las orejas de la empresa y el primero en detectar y tomar la temperatura a nuestros clientes.

En definitiva, dele la oportunidad a su perro ¨Rabín¨ y al lagarto ¨Juancho¨ de comunicar, de dialogar y escuche. Tal vez, le cueste al principio, pero el beneficio será para ambos.

Yo comunico… pero no se olvide de dialogar. No sea un dictador de la comunicación. No viva fuera del mundo de sus clientes. Recuerde, no todo está en los números y cifras. Las emociones, no las olvide nunca.

Y usted ¿Comunica o dialoga?

 

Emil Serrano, Consultant Marketing

@Emil_MKG

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