Juan Vicente Pérez Aras, Diputado Nacional PP. Un Consell y una Legislatura agotados

Confianza

Confianza, cuántas cosas implica esta palabra. Una virtud que viene a recoger la esperanza, la seguridad, ese estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos. La Campaña electoral llega a los días definitivos. Los candidatos entrenan ya sus últimos mensajes para movilizar a aquellos todavía indecisos, aquellos que pueden provocar un vuelco electoral que rompa las expectativas demoscópicas. Algo subyace en todos los sondeos, pero nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato. Y algo flota en un ambiente electoral condicionado por unas fechas donde se están percibiendo otras sensaciones. Todos los indicadores confirman esa recuperación.

Especialmente uno, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que se calcula como media aritmética de los balances de la situación actual de la economía familiar, de la economía española y del empleo, respecto a la que existía hace seis meses, y de las expectativas respectivas para los seis próximos. Una percepción que retrata como ninguna el pensar de la calle, de aquellos directamente afectados por las decisiones políticas, los ciudadanos. Una confianza que se refleja de forma contundente en ese incremento de 21 puntos entre el ICC de noviembre del año pasado y el actual.

Las imágenes de nuestras calles y centros comerciales confirman la magnitud de estas cifras, pues es la viva imagen de la economía real. La de ir por casa , no la del BCE. Otro dato, el récord de visitas en la Feria del Automóvil, con un crecimiento del 35% en ventas y certifica el mejor año de sus 18 ediciones. Algo se está moviendo, y es en la buena dirección. Las expectativas de estas navidades esperan desbordarse, para un Comercio que ha sufrido como ninguno la crudeza de la crisis. Es la gente normal que está notando el cambio y tira del consumo interno.

Confianza que está llegando a los hogares, a cientos de miles de personas que están recobrando la esperanza ante un futuro laboral más favorable. Ahora, los mismos que generaron el mayor agujero en el empleo de este país, hablan de precariedad. Precariedad es no tener empleo ni esperanza de encontrarlo. Todavía falta mucho por hacer, pero en el Partido Popular estamos comprometidos con el mayor reto de nuestra sociedad: El Empleo. Y ese objetivo de alcanzar una población activa de 20 millones en la próxima Legislatura, lo podemos conseguir si perseveramos. Todo un reto, como sociedad y como país, pues nuestro futuro de bienestar y prosperidad depende de ello.

Confianza no solo en el aspecto económico, pues no hay mayor garantía para la libertad individual que la independencia económica y esta solo se consigue con un trabajo. No hay más secretos. Pero también confianza en una Regeneración de la Política que devuelva el protagonismo perdido al ciudadano. Hemos liderado desde los hechos y el ejemplo, nuestro compromiso con esa Regeneración, articulando el paquete de medidas más contundente y ambicioso contra la corrupción.

Y confianza en un marco constitucional que rige la convivencia de todos los españoles. Una convivencia que requiere estabilidad, no experimentos asimétricos y rupturistas que rompan esa libertad e igualdad en derechos y obligaciones de todos los ciudadanos, vivan donde vivan. Para ello hemos conformado un proyecto político que desarrollamos en nuestro Programa Electoral. Un proyecto para las personas, porque ellas son  nuestra prioridad y las protagonistas del mismo.

Mientras los otros se dedican a repartirse el pastel, en su particular juego de pactos, nosotros hemos estado a pie de calle. Seguimos trabajado muy duro junto a toda la sociedad española para ganar la batalla a la mayor crisis de nuestra historia reciente, y lo estamos consiguiendo. Por eso te pedimos confianza. Esperamos que la recompensa a tanto esfuerzo y sacrificio no caiga en saco roto. Los experimentos populistas, las propuestas de la izquierda han resultado un fracaso para las sociedades que las han sufrido. Venezuela o Francia, referentes de nuestra izquierda han constatado que el socialismo no es la solución, sino más bien el origen del problema. Y aquí lo estamos superando desde ese espíritu reformista y liberal de un Partido que ha sabido reconocer sus errores, marcar prioridades, tomar decisiones y establecer una hoja de ruta para ganar el futuro. Un futuro de esperanza para todos. Tu decides.

 

Juanvi Pérez

 

 

 

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