El futuro de España, por encima de papeles y chantajes

Unas anotaciones manuscritas, algunas con letra ilegible y con cantidades cifradas en euros en la época en que la moneda única no había nacido. El ‘pendrive’ de un exdiputado con una fortuna que no deja de aflorar por tierras helvéticas. La descarnada lucha de dos periódicos nacionales, sumidos en una quiebra permanente. Una oposición desnortada y con ganas de revancha. La financiación, siempre bajo sospecha y nunca regulada a conciencia, de unos partidos políticos que notan la falta de apoyo de la ciudadanía.

Estos son, a grandes rasgos, los ingredientes de la situación política española que acapara las portadas de los periódicos. En un momento crucial como el que vivimos, con los ciudadanos ya concienciados de la dureza de la crisis económica, nuestros gobernantes han de ejercer como tales. El sentido de Estado y la estabilidad política es fundamental para reanimar nuestra economía. La ciudadanía necesita ejemplo y optimismo.

Apelar a los devaneos de un exdiputado y tesorero del partido gobernante, que alterna mentiras con supuestas medias verdades, no es suficiente para proponer una moción de censura. ¿Qué programa político ofrece el mismo Partido Socialista que perdió en las urnas hace cuatro días? ¿Por qué callan otros partidos como CiU señalados por el juez por su financiación ilegal?

El futuro de España depende del esfuerzo de gobernantes y gobernados. La acción política del presidente del Gobierno no puede estar condicionada por las filtraciones interesadas de un político encarcelado. Por ello, es necesario resaltar el encuentro que ha mantenido este martes Mariano Rajoy con los presidentes de las grandes empresas españolas. El jefe del Ejecutivo no puede aceptar jamás chantajes de nadie y ha de seguir con su itinerario previsto.

Precisamente Valencia será el escenario en los próximos días del primer foro empresarial organizado por el Alto Comisionado de Marca España. Nuestra ciudad tiene el potencial necesario para demostrar al resto del país que trabajar y pensar en positivo es la única manera de salir del trance que algunos pocos se empeñan en alargar.

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