Mare Nostrum, Un mundo difuso para una agricultura en riesgo

El PPCV defiende su Presupuesto más social

2014 se nos va a la carrera, afrontando ya sus últimos coletazos previos a las fiestas navideñas. El ambiente político, cual árbol de navidad sigue encendiéndose día a día, conscientes sus protagonistas de la trascendencia del 2015 desde el punto de vista electoral. Un nuevo año en el que la democracia española asistirá al mayor envite desde su implantación. Municipios, comunidades y la nación entera dirimirán sus destinos en las próximas confrontaciones electorales para determinar el nuevo escenario político.

Y todo ello en medio de la mayor “Transparencia”, como elemento clave para descargar las conciencias de una sociedad ávida y enferma del amarillismo más cutre, de la telerrealidad que adoctrina sus vidas. Una transparencia que todos demandaban y que solo un gobierno del Partido Popular ha podido articular, y que sin lugar a dudas tendrá que ir perfeccionándose. Pero lo peor, es que una vez superada la fiebre y el morbo, nadie se acordará del susodicho “portal”, y de su verdadera efectividad práctica para conseguir una implementación eficaz.

En nuestra tierra asistimos esta semana a la celebración del Pleno de Presupuestos de la Generalitat Valenciana. Un Presupuesto que en palabras del President Fabra ha sido elaborado por y para las personas. En un contexto de estabilización económica, con tendencias al alza en todos los indicadores macro, y con sensibles indicios de mejora en lo micro, los economistas ya se aventuran a considerar el 2015 como el de la consolidación del crecimiento y la certificación de la salida de la “madre de todas las crisis”.

Con una Comunidad Valenciana tirando del carro de la economía nacional, para mayor escarnio de todos aquellos que no han cejado de vituperarla y que aún continúan, estos Presupuestos son una clara apuesta por el crecimiento económico y la creación de empleo. Ese liderazgo que siempre nos ha caracterizado, pese a ser históricamente incomprendido y criticado por otros, va a permitir que el Consell del President Fabra desarrolle todo un abanico de políticas sociales centradas en los ciudadanos, y especialmente con aquellos que más lo necesitan.

9 de cada 10 euros del presupuesto corresponden a esas Políticas Sociales: Sanidad, Educación, Bienestar Social y Empleo. Hechos y no palabras de un Consell centrado en aquellas cuestiones que demandan los ciudadanos y que deben servir de acicate y revulsivo para una recuperación anhelada por todos. Un Proyecto de Ley que pone negro sobre blanco nuevos beneficios fiscales, una tarifa autonómica del IRPF con beneficios para las familias con rentas medias y bajas y que complementa la norma estatal. Con reducciones progresivas en todos los tramos de los tipos de IRPF, cuyos beneficios alcanzarán a casi dos millones de contribuyentes.

El Partido popular cumple su compromiso de reducir la carga fiscal, unas medidas tangibles para impulsar la actividad económica, cuya popular traducción es la tan esperada bajada de impuestos, para que el ciudadano pueda disponer de mayores recursos con los que apuntalar y acelerar la recuperación. Una recuperación que viene avalada por los datos que día a día los principales indicadores ponen en valor, respecto a la creación de empresas, el aumento de autónomos, el turismo, las exportaciones. Por ello, este Presupuesto es un instrumento vital para dinamizar, consolidar y fortalecer esas tendencias de crecimiento y que reviertan en las personas, las familias.

Son tiempos difíciles, pero el Partido Popular ha sabido establecer los ajustes necesarios entre los ingresos y los gastos, buscando ese equilibrio para los ciudadanos de forma sostenible y con criterios de eficiencia, para poder garantizar así una sociedad del bienestar que la propia Izquierda se encargó de dilapidar con sus políticas erráticas, desmontando así el falso mito de su supuesta autoridad moral como defensora de las políticas sociales. Las recetas de la Izquierda han sido y son el mayor peligro para la sociedad del bienestar, y hoy por hoy el Partido Popular representa la mayor garantía en la defensa del ciudadano como eje de sus políticas y no como elemento experimental de los laboratorios sociales.

Los ciudadanos buscan reencontrarse con aquellos que les representan. Lo necesitan porque no hay recetas salvíficas que garanticen una nueva Arcadia que les haga olvidar la realidad en la que viven. Y no hay mejor manera de regenerar esa relación tan cuestionada que la vía de los hechos. Que el ciudadano perciba realmente que algo está cambiando, y el Partido Popular está por ello, súmate al cambio.

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