Faltan 36 días

Faltan 36 días para que l@s valencian@s reflejemos con nuestro voto el rechazo, la conformidad, la desidia, la afinidad, el desacuerdo o la indiferencia al actual Consell y a los respectivos gobiernos municipales. El 24 de mayo no es un domingo más de primavera, el 24 de mayo se decide el futuro de tod@s.

Durante los últimos años el PP ha gobernado a golpe de mayorías absolutas, mal interpretando en la mayoría de los casos las necesidades y anhelos de la ciudadanía. Cierto es que cada cuatro años el partido en el gobierno no solo revalidaba sus apoyos, sino que en algunos casos los ampliaba. No voy a analizar los porqués, para ello ya está la sociología, pero si quiero transmitirles mi perplejidad y mi punto de vista.

La Comunitat Valenciana ha vivido primero y sufrido después los aires de grandeza de un nutrido grupo de personajes que bajo la mascara del bien común decían construir una tierra idílica y próspera. Digo vivido porque aún no siendo receptores de bienes y derechos (sino más bien lo contrario) era llamativo cómo la ciudadanía asumía como suyo (sin valorar el coste) proyectos y excentricidades que tenían un bello reflejo en las fotografías. Quién no ha recibido como respuesta a una afirmación sobre despilfarro aquello de: “pero está tan bonito todo”!. Y digo sufrido porque las consecuencias de esas extravagancias han sido demoledoras respecto a, entre otras muchas cosas, la pérdida de derechos ya consolidados.

Cuando unos denunciábamos “sospechas coincidencias” o planteábamos reticencias contra ciertos eventos, se nos tachaba de “antivalencianos”, no queríamos más que hundir nuestra tierra. Bueno, el tiempo pone a cada uno en sitio y hoy son evidentes esas sospechas, esas malas políticas y esos “personajillos”. La corrupción ha encontrado en un nuestra Comunitat un terreno fértil donde crecer, y nos ha obligado al barbecho al dejar los campos agotados.

Faltan 36 días para que la ciudadanía decida si ahora sí es el momento, si ya está bien de priorizar los intereses individuales por encima de los colectivos.

Las últimas elecciones autonómicas dieron la mayoría absoluta al PP a pesar de tener al Presidente de la Generalitat sentado en el banquillo de los acusados. Ahora la situación es distinta, ya no hay bancos libres con tanto imputado en las filas del partido en el gobierno, pero además la ciudadanía está sufriendo de forma alarmante en su cotidianeidad los recortes y los estragos de un PP que sigue pagando con el dinero de tod@s sus ínfulas de
grandeza.

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