¿Igual da o Igualdad?

El pasado domingo se celebraba el día de la mujer trabajadora y como es habitual, durante los días anteriores se dieron a conocer informes de distintas entidades que venían a confirmar que la desigualdad por razón de género sigue siendo una realidad. Los sindicatos, la CEOE, la OIT, las Universidades… Todos nos abrían los ojos. Uno muy divulgado ha sido el de la UGT, que denunciaba que España es uno de los países de Europa con más brecha salarial entre hombres y mujeres, el 24% y que en la Comunidad Valenciana estamos por encima de la media de España.

Como todos los años, hubo manifestación en Valencia y también como siempre, se combinó lo reivindicativo con lo festivo, las batucadas, con las pancartas. Abría la manifestación el lema “La revolución será feminista o no será” y detrás pancartas con lemas como la de los socialistas valencianos: “Cobrar lo mismo, cuidar lo mismo”; la de UGT: “Trabajar igual, cobrar igual, conciliar igual”; la de CCOO: “Por la ocupación digna y la igualdad real” y muchas más relativas a la violencia de género, al aborto etc. Esta manifestación es también el momento de encontrarte con viejas amigas, con aquellas con las que por distintas razones has dejado de encontrarte, pero que sabes que año tras año acuden, igual que yo, puntuales a la cita. Sabemos que no podemos dejar de hacerlo.

Eran principios de los ochenta cuando fui por primera vez a la manifestación del día de la mujer trabajadora, pero recuerdo como si fuera hoy, lo que sentí al oír algunos comentarios de la gente que nos veía pasar. Entonces se decían sin rubor, frases como “todas las feministas son lesbianas” o “esas tienen pelos en los sobacos”. Al igual que muchas mujeres afirmaban sin avergonzarse eso de “yo soy femenina, no feminista”. Eran tiempos donde “las maestras” nos enseñaban que durante la dictadura franquita, las mujeres no tenían derechos, no podían abrir cuentas en el banco ni tener pasaporte sin permiso de su padre o su marido y que como su destino era casarse y cuidar a sus hijos, la gran mayoría no tenían formación, lo que les limitaba sus oportunidades laborales.

Las jóvenes dábamos por hecho que la democracia lo solucionaba todo y además, como ya teníamos una Constitución que consagraba la igualdad de derechos, creíamos que los problemas que todavía vivíamos eran fruto de la herencia del pasado y que según fuésemos avanzando en el tiempo la situación cambiaría.

Han pasado casi treinta años, han cambiado muchas cosas. La igualdad legales indiscutible. Ahora, ningún político, de ningún partido, cuestiona públicamente el discurso feminista y mucho menos a insulta a las mujeres que lo defienden; los que lo han hecho han sufrido las consecuencias. La Ley de Igualdad promovida por Zapatero, ha puesto encima de la mesa términos como conciliación familiar y ha supuesto asegurar la presencia de mujeres en la política. Pero…

Las cifras conocidas son evidentes, tenemos más estudios, 6 de cada 10 tituladas son mujeres, pero cobramos menos. Estamos en muchos cargos medios ejecutivos, pero solo hay 2 mujeres de Presidentas entre las empresas del IBEX35. Somos diputadas o concejalas, pero hay muy pocas Presidentas.

Ya no hablamos solo de techos de cristal, ahora la OIT habla también de paredes de cristal, para definir esa segregación de género que se produce en las empresas, es decir a la tendencia a concentrar a las mujeres en determinadas funciones que, por su condición, limita de hecho, su ascenso en la jerarquía organizacional.

La igualdad legal no es suficiente, es necesario más, un cambio de cultura, de estereotipos, que se asegure la igualdad real. Y lo más importante, falta mucha educación. Educación en igualdad y de la igualdad. Educación que evite que haya jóvenes capaces de animar a un maltratador como los aficionados del Betis, educación que sensibilice. Ante los asesinatos machistas de los últimos días es imposible no pensar todo lo que queda por hacer y sobre todo, todos los recursos públicos que hay que dedicar. Porque la igualdad no da igual, el 8
de marzo y durante el resto de los días del año.

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