La política está en proceso de cambio y esto supone una exigencia de adaptación a los nuevos tiempos por parte de las diferentes formaciones políticas. Los cambios no pueden quedarse tan solo en un cambio de caras y formas, que también, necesariamente tienen que introducir una renovación del discurso que debe acompañarse de un incremento de la participación interna en la vida de los partidos. La participación entendida en un sentido más amplio que supere los tópicos instalados en el debate actual tales como los sistemas de elección de candidatos o la forma de renovación de los órganos de dirección. Esta superación ha de tener como eje fundamental la opinión de los militantes. Los militantes han de ser quienes mediante mecanismos de participación tengan la opción de conducir la renovación del discurso. Si algo hay que tener claro es que los afiliados y simpatizantes son el mayor activo de cualquier formación política.
Un discurso que debe renovarse desde bajo hacía arriba pero siempre manteniendo los valores de nuestro partido. Esos que nos hicieron, nos hacen y nos harán ser grandes. Mecanismos como las jornadas de #Messapertura que ha organizado el Partido Popular de la provincia de Valencia, o las que bajo formato similar se han realizado tanto en Castellón como en Alicante, son el camino a seguir. Unos foros donde todo el mundo puede dar su opinión, transmitir sus inquietudes e incluso debatir diversas posturas de un mismo tema con la finalidad de conseguir el mayor numero de aportaciones.
Como decía al principio, debemos activar la participación pero no podemos caer en el error de querer imitar a otros. Nuestra linea de trabajo no la puede marcar nadie más que nosotros, si dejamos que otros puedan influir en la misma, esta no resultará. Tenemos una organización suficientemente fuerte para conseguirlo y dar batalla a quien se ponga por delante.
Por Modesto Martínez