Poder y más poder… y al final ¡el desierto!

 

Poder y más poder. Hoy en día el mundo se está quedando pequeño, muy pequeño. La economía, que necesita confianza (quién lo diría) y por lo visto depende de tantos factores a estas alturas, que alguien a 8.000 kilómetros hará que su bolsillo se resienta y que se quede ahí el efecto del terremoto.

Para crear, se necesita destruir (menuda forma de crear) y para destruir se necesitan, o excusas, o enemigos, o falsos amigos y añadan a la lista las que quieran. En definitiva el que tiene el mazo, es el que golpea, y en ese golpeo se lleva por delante, la economía de un país o de varios países, o la economía de la mitad del mundo, pues en la otra mitad la economía no entiende de ratios, de divisas o de bolsa.

Desde hace años, se nos ha acostumbrado a través de las noticas en grandes cadenas televisivas a escuchar lo mal que está el mundo y a fuerza de escucharlo todos los días y repitiendo lo mismo durante los diferentes informativos, se ha entrado en trance y ya nos pueden echar lo que sea, que se etiqueta de ¨normal¨. Este trance o ceguera informativa, tarde o temprano pasará factura y el comentario mas escuchado una vez la ¨factura¨ nos llame a la puerta, será: ¨Nadie se lo podía imaginar¨. Normal, cuando uno está ciego o en trance o simplemente no está, el resto del mundo decidirá por ti.

Hoy asistimos a noticias, a miles de noticias cada día y desde cualquier parte del mundo. Noticias, que muchas veces son rumores, noticias que salen para cubrir otras noticias, cortinas de humo, noticias interesadas, noticias que nadie escucha ni presta atención, y estas suelen ser las mas importantes, pero… El poder es el que nos dirige o intenta dirigir, porque no siempre lo consigue, pero siempre lo intenta.

La economía en Europa necesita un gran empujón, al igual que el resto del mundo. La economía necesita confianza (otra vez ella por aquí) y a fecha de hoy, la economía se nutre de todo excepto de la confianza. El cambio, nuevas leyes, nuevos sistemas, llámenlo como quieran, debe tener una cosa bien clara, el nuevo sistema solo funcionará si este es capaz de unir a todos los integrantes y dotar de unas bases sólidas y robustas… ¿cómo? Empezando por creer que siempre se puede mejorar y se puede crear sin tener que destruir. Y saber algo tan simple como: Si el vaso está lleno, no sigas vertiendo agua. En definitiva, aplica la lógica del día a día, es la que suele funcionar y dar resultados probados.

Y usted ¿crea sin destruir?

 

Emil Serrano, Consultant Marketing

@Emil_MKG

 

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