Una democracia de selectos y adinerados

 

 Cada día me sitúo con más dificultad en este mundo en el que aquellos que eran los principios de cualquier compartidos, parecen haberse desvanecido. Se me desmontan muchas estructuras, cuando la pasión, el afecto y la identidad ideológica, las veo pisoteadas por quienes deberían dar ejemplo de profesarlas.

Me alarma que las señoras ministras del socialismo zapateril, cuando dejan de serlo, no aprovechan la liberación de las cargas políticas para disfrutar del admirado socialismo de Cuba, Corea del Norte, Vietnam, etc. como cabría esperar de su constante ponderación, sino que para escándalo mio, unánimemente, deciden trasladarse a los Estados Unidos de América, exponente de ese capitalismo indecente al que tanto han combatido. Me atrevo incluso a pensar, si estará pasando algo en el socialismo, que yo no llego a comprender.

La puntilla me la ha puesto lo que leí el pasado domingo, que parece ser algo más que una intención, porque según se deduce, el PSPV lo tiene muy pensado. Como bien sabemos, el socialismo valenciano está preparando sus elecciones primarias, alardeando, como también lo hace el PSOE, de un talante democrático digno de todos los reconocimientos.

Por ello, me asombra que por un lado, los críticos serán excluidos de la Conferencia Política, seguramente para que no contaminen con sus perversas ideas a los seres puros, si es que existiera alguno en esas condiciones. En los siglos cuarto y tercero antes de Cristo, la antigua Grecia también permitía el voto solo a los selectos, si bien aquella selección se hacía en función del nivel intelectual, no del ideológico, y menos, como en este caso, en función de un sectarismo de los que están y de los que no están con lo que proclama el Jefe.

Mi estupor, se desborda cuando, además, sólo votarán en las elecciones los que estén dispuestos a pagar; o mejor dicho, los que paguen, porque ni siquiera se prevé la situación por la cual, pueda votar quien, queriendo pagar, no tiene posibilidades para hacerlo. En conclusión, que el concepto de democracia del PSPV permite seleccionar quienes pueden discutir sobre el programa político del partido –no a los críticos–, y sólo facultar para el voto a los que dispongan de recursos para pagar el estipendio correspondiente.

Da la impresión de que se han acostumbrado a ser ricos y ahora les molestan los pobres.  

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